TRATTORIA LA MADIA
leer másNo se deje desanimar por su discreto exterior, porque se trata de una auténtica trattoria piamontesa, y además muy elegante. Por ello, los precios son un poco más elevados que en otros lugares, pero están ampliamente justificados, ya que los platos son delicados, refinados y se presentan como en un restaurante de lujo. Los productos del plato son de muy alta calidad. ¿Qué más podemos decir? Es bonito, es bueno y el servicio es cálido y amable ¡Todo es perfecto! ¡Un gran éxito!
ADLERKELLER
leer másTípica bodega toda amueblada con madera vieja de montaña al estilo tirolés. Las especialidades son platos típicos ladinos, con deliciosas carnes cortadas de diferentes maneras y una fina selección de vinos nacionales e internacionales, todo ello acompañado de un servicio profesional, amable y sonriente. Menús degustación para dos personas. Hay mucha carne, pero también opciones vegetarianas. Los postres caseros, como el tiramisú servido en una pequeña cazuela o el apfelstrudel, no tienen nada que envidiar a los de los grandes restaurantes.
KOWALSKI
leer másUn restaurante que se distingue del resto: la tradición de la gastronomía ligur da paso a la cocina típica de Europa del Este. Es una dirección folclórica que se sale de los caminos trillados y pone el acento en la calidad de sus productos. En la carta figuran los platos tradicionales más conocidos, como el gulash y los bigos. Del vino a las cervezas y los licores de los cócteles, el origen es siempre Europa del Este. El local, de estilo retro, es cálido y acogedor. Una buena dirección para una velada agradable, diferente e insólita.
RIFUGIO CRЁP DE MUNT
leer másEl panorama desde Ütia Crëp de Munt, a 2000 metros de altitud, lo convierte en uno de esos lugares que siempre se recuerdan. La energía y la creatividad de los nuevos propietarios, los hermanos Niederkofler, han transformado recientemente este refugio de montaña en un lugar muy especial, donde se respetan las mejores tradiciones de la hospitalidad alpina y las recetas ladinas cobran vida. No es de extrañar que el símbolo de la cabaña sea un rebeco, uno de los animales más gráciles, ágiles y hábiles de los Dolomitas.