Monumentos a visitar Portugal

Aunque se puede ver a lo lejos, tómese un tiempo para acercarse al castillo de Alandroal. Esta fortaleza, a unos quince minutos de Vila Viçosa, es especialmente admirable porque dentro de sus murallas hay un campo de olivos abandonado. El recinto está dividido en dos partes y la torre principal es muy maciza, contigua a la iglesia abandonada. El camino de ronda da sensación de aventura, entre un paisaje de olivos y torretas para resguardarse. Hay que tener cuidado de no caerse o de subir por una escalera en mal estado.

El castillo de Mourão no está tan bien conservado como el de Monsaraz, al otro lado del lago. Pero tiene un encanto que el otro no: en el interior de la fortaleza, la naturaleza ha reclamado sus derechos y no encontrará otra cosa que hierba salvaje, árboles y escaleras que no siempre son practicables para subir al camino de ronda y disfrutar de la vista sobre Monsaraz y el lago. Pronto se sentirá como un explorador en medio de estos restos medievales. La iglesia, que forma parte del recinto, no es muy interesante ni por fuera ni por dentro.