Debido a su excepcional ubicación en el corazón del Atlántico Norte, el archipiélago de las Azores alberga una gran variedad de fauna acuática. Por ello, se ofrecen varias expediciones a los visitantes para observar a los cetáceos, tanto a las especies residentes como a las transeúntes, teniendo siempre cuidado de no perturbar su ciclo vital. Para todos los amantes del mar y de las grandes especies que lo habitan, una estancia en las Azores es una oportunidad única para irse con recuerdos imborrables.

Abundancia de fauna acuática

En las Azores, se han registrado nada menos que 24 especies diferentes de cetáceos alrededor de las islas. Incluyen especies que habitan las aguas durante todo el año, así como las que pasan por la zona durante la migración. A título informativo, la caza de cetáceos ha sido una actividad muy lucrativa en las Azores, siendo los cachalotes las primeras víctimas. Sin embargo, desde 1984, la caza de ballenas está prohibida y la única actividad relacionada con los cetáceos en la actualidad es el avistamiento de ballenas, un momento mágico muy apreciado por visitantes y lugareños.

Entre las especies que se pueden ver en las Azores están el delfín común, el delfín azul y blanco, el delfín manchado, la ballena azul, la ballena jorobada, el rorcual común y el espacio emblemático del archipiélago, el cachalote, que es especialmente frecuente en los alrededores de Pico.

Conozca a los grandes cetáceos de las Azores

Desde que se prohibió la caza de ballenas y cetáceos en las Azores, el archipiélago se ha convertido en un paraíso para las especies acuáticas y en uno de los mayores santuarios de ballenas del mundo. Es sencillo, los cetáceos se pueden ver durante todo el año, y el 98% de las salidas al mar tienen como resultado el avistamiento de ballenas o delfines en su entorno natural. La probabilidad es tan alta que los operadores están dispuestos a devolver el billete si los animales no aparecen. Por ejemplo, la ballena azul se ve fácilmente en invierno y el delfín moteado, el rorcual boreal, la ballena barbada y el cachalote en verano.

El avistamiento de cetáceos es una obligación en unas vacaciones en las Azores e incluye excursiones en barco para acercarse a los delfines, así como bucear y nadar directamente con ellos. Otra gran experiencia en las Azores es la observación de grandes especies marinas desde los miradores. Estas pequeñas cabañas blancas, situadas en puntos estratégicos de la isla, permiten ver una aleta, divisar un aliento o incluso un salto de delfín durante unas sorprendentes vistas panorámicas. A veces son incluso algunos antiguos pescadores los que reciben a los visitantes en los miradores.

Y luego, en los días de mal tiempo, cuando las salidas no son posibles, es el momento de ir a conocer la historia de la caza o de la caza de ballenas acudiendo a un museo o a un centro de interpretación como el Museu dos Baleeiros de Pico