Los mejores alojamientos Tanzania

Administrado por Carlo Mistrangioli, este magnífico bocado está constituido preferentemente en los islotes del sur.

Grandes casas (cabañas) donde los visitantes comparten habitaciones sobrias, limpias y acondicionadas con mobiliario local. Balcón para relajarse y grandes chozas para comer. Un buen establecimiento, muy cercano a la entrada del parque.

A un kilómetro del cuartel general, son habitaciones dobles sin florituras, algunas de ellas equipadas con cuarto de baño. Propiedad de Tanapa, el organismo encargado de la gestión de los parques nacionales.

Correcto para el precio, sin más. El restaurante no es caro.

El lugar ha cambiado de nombre: antes era el Selous Safari Camp. Se trata de un campamento con una docena de tiendas instaladas directamente sobre el suelo, muy lujosas, e idealmente situado junto al lago Nzerakera. Safaris en vehículos 4x4, en barco y a pie, y partidas de pesca. Acogió al príncipe de Gales y a su familia en 1997.

Construido en 1994 en el Selous, con unas magníficas vistas sobre el río Rufiji, consta de ocho bungalós hechos con materiales locales (piedra, madera, makuti). Safaris en 4x4, a pie o en barco por el río, pesca… Las actividades están incluidas en el precio del alojamiento. Este campamento, uno de los más lujosos de Selous, también tiene piscina.

Se llega en avión gracias a una pista de aterrizaje privada del campamento. Ocho bungalós de piedra con techo de makuti y una villa con dos suites y una piscina privada, todo ello emplazado sobre una ventilada colina con vistas al río Rufiji y a las llanuras circundantes. El establecimiento también ha acondicionado una plataforma habitable en los árboles, a dos horas andando del campamento, donde pasar una noche inolvidable en plena naturaleza salvaje (suplemento de 350 $ por persona). Reservas en el lugar.

Un pequeño hotel dirigido por un alemán, muy bien situado, cerca del centro y en la playa. Las habitaciones son sencillas, pero correctas, en bungalows de madera. Prefiere los más cercanos a la playa. Buena cocina (camarones, pescado capturado la misma mañana…) pero un servicio muy lento. Es sobre todo por la ubicación y el precio que venimos aquí.

Es un lugar ideal junto al lago, con su bar y su barbacoa en la terraza. Siete habitaciones repartidas entre las dos plantas de un edificio de madera que parece sacado de una estación de deportes de invierno de la década de 1970, con un mobiliario interior empotrado en las paredes. Es preferible la habitación de abajo más cercana a la playa, tiene un gran ventanal con vistas al lago. Las cuatro habitaciones del primer piso son más pequeñas, pero tienen cama en altillo. Bar-restaurante en la playa. Alquilan barcos.

Esta pequeña y acogedora nueva dirección económica de Jambiani sólo tiene tres habitaciones, y un bar-restaurante en el piso de arriba que sirve buena cocina swahili (abierto a los no huéspedes), que también recomendamos. Una dirección casi en primera línea de playa que, por este precio, es fantástica, sobre todo porque las habitaciones, sobrias y aireadas, tienen ventilador de techo, aire acondicionado y baño privado. Dos habitaciones tienen una cama doble, mientras que una segunda habitación está reservada para familias, con una cama doble y una litera.

Este albergue juvenil, situado en la arena bajo cocoteros, sólo ofrece bandas, edificios tradicionales con paredes de paja tejida coronadas por un tejado de makuti: 100% natural y ventilado por la brisa marina. Se puede elegir entre dormitorios (no literas, con mosquiteras y bastante espaciados), habitaciones dobles con baño compartido o triples y cuádruples con baño privado. El desayuno es de primera calidad. Nos encanta el ambiente de paraíso terrenal que se respira aquí, con las hamacas suspendidas entre los cocoteros frente al mar.