Los mejores bares de cócteles Nepal

Éste es el mejor bar de cócteles de Thamel, inspirado en los sofisticados mostradores de mixología de Nueva York. Sólo los hipsters nepalíes habituales pasan por esta discreta entrada, en el piso superior de una calle muy transitada. El mostrador está todo iluminado, las copas magníficamente puestas, las mezclas sutiles y no demasiado dulces, las camareras tatuadas y con estilo, la música bien elegida, la decoración realzada por un gabinete de curiosidades con un zorro disecado en los códigos de la coctelería, el decorado oscuro, chic e íntimo. El cóctel de autor Blackbird es divino.

Si busca una azotea sofisticada para saborear un cóctel sutilmente compuesto en una tumbona, con música relajante de fondo y, sobre todo, una piscina infinita con vistas a la ciudad y las montañas, Akari & Koko es su sitio. Akari es el nombre del restaurante de fusión asiática de estilo japonés situado en la última planta del hotel de lujo Vivanta, en el corazón del barrio de moda de Jhamsikhel. Koko es el nombre del bar (para cócteles y sushi) con su magnífica terraza de azulejos azul cielo que reflejan el cielo.

En el corazón de Lakeside, el Fat Monkey es un magnífico bar repartido en tres plantas y que presume de una decoración "tropicool hawaiana" con paredes cubiertas de plantas, murales en turquesa ácido y amarillo, mascotas de monos y luces de neón de colores que alegran las toscas paredes de hormigón. La última planta, con su gran mostrador bajo un techo alto, una preciosa mesa de billar y una terraza en la azotea con vistas a la calle, es la más agradable. Ven por la noche a tomar un cóctel o una copa de vino, pero también sirven wraps, bowls, sándwiches, hamburguesas...

Este bar está situado en un pequeño callejón peatonal sin salida en el corazón de Thamel, lejos del bullicio de las callejuelas, lo que es una gran ventaja. Por dentro y por fuera, el local está bien diseñado y recuerda a una brasserie de estilo italiano, con su terraza de bancos verdes como el agua sobre el empedrado, muy elegante con un bonito mostrador y plantas verdes. Vino è Vita hace honor a su nombre: es el lugar donde ir a tomar una copa de vino de importación. La carta de cócteles es interesante, y sirven platos de pasta de buena calidad y aperitivos de fusión. Agradable música de fondo.

Este es el nuevo bar speak easy de Katmandú, uno de esos bares engañosamente clandestinos que juegan con los códigos de los bares estadounidenses durante la prohibición del alcohol en los años veinte. La entrada está inevitablemente oculta (aquí, en lo alto de un edificio cualquiera en medio de ninguna parte entre Katmandú y Patán), las banquetas tapizadas, el estilo Art Déco, la música electro swing y las luces tenues. En la carta hay cócteles de autor, incluido el excelente Instinto de Albahaca (cuidado, algunos son muy dulces), y un menú de tapas fusión gourmet para compartir. En la terraza.

Este bar rústico está formado por una pequeña cabaña de madera a orillas del lago. Hay que salir del centro de Lakeside y su arteria principal para encontrar este remanso de paz. Tanto de día como de noche, es estupendo relajarse en el jardín con vistas al lago, sobre todo al atardecer, cuando una hoguera contribuye a crear un ambiente de raíces. Nunca falta un guitarrista Sobre todo porque aquí se organizan conciertos. Disfrutamos de las cervezas, los cócteles, el excelente café y otras bebidas, pero la comida es bastante anodina.

Si no puede alojarse en el lujoso Hotel Garuda, siempre puede tomar una copa en su bar de la azotea. Qué maravillosa vista sobre los tejados de las pagodas de los templos de la plaza Taumadhi. El mostrador donde te sientas mira al horizonte y está bellamente iluminado, el lugar es elegante y la música bien elegida. En la carta encontrará cócteles equilibrados y finamente preparados, excelentes cervezas y una buena selección de vinos. Por otro lado, no vaya allí a comer, ya que los platos no tienen nada de especial. Prefiera el restaurante del jardín del hotel, más refinado.

Al borde del lago, en el extremo de Lakeside, pero accesible a pie desde el centro, se ha habilitado una casa convertida en restaurante, con pequeñas terrazas de madera, para quienes deseen tomar una copa o comer carne a la brasa, mientras disfrutan de las vistas sobre el lago y de la tranquilidad del lugar en plena naturaleza. Por la noche, pequeñas luces iluminan a los músicos (muchos conciertos) y sólo queda saborear un cóctel y disfrutar del momento. Un lugar maravilloso para relajarse de día o de noche.