A cada uno su ritmo y sus deseos

Conviene identificar de antemano lo que se quiere hacer (un paseo en familia, una visita a un lugar turístico, una excursión por el bosque, etc.) y adaptarlo a sus limitaciones (tiempo, horarios de trenes, etc.) así como a sus capacidades (condición física). Una ruta dedicada (voie verte) es ideal para iniciarse en el ciclismo, solo o con niños. Este tipo de ruta suele ser llana, estar señalizada y salpicada de puntos de interés turístico y servicios (restaurantes, cafeterías, etc.). Para las rutas con un ligero desnivel, elija un itinerario adaptado a su capacidad, procurando pedalear siempre a su ritmo. No olvide que la belleza del paisaje reside en las subidas, que también están asociadas a los descensos. Para los que quieran aprender a pedalear o simplemente volver a sentarse en el sillín antes de salir de paseo, hay escuelas de ciclismo en toda la región que le ayudarán a aprender a cualquier edad. La elección de la bicicleta también puede influir en la práctica del ciclismo y en la elección de las rutas.

Una bicicleta tuneada y un equipo adaptado

Se trata de tener una bicicleta en buen estado, ajustada a tu talla, y de ir bien equipado. En caso de lluvia, los guardabarros son un elemento importante. En cuanto al ciclista, debe adoptar prendas que garanticen la impermeabilidad: capa de lluvia, pantalones impermeables, polainas. En cuanto a la conducción, hay que extremar la vigilancia, reducir la velocidad y anticiparse a las condiciones meteorológicas evitando los frenazos bruscos y los firmes resbaladizos (hojas, etc.). Por último, si eres aficionado a las nuevas tecnologías, existen aplicaciones para smartphone como Rain Today o Alerte Pluie que pueden ayudarte a prever las precipitaciones. En invierno, le aconsejamos que combata el frío llevando diferentes capas de ropa, buenos guantes y eventualmente manguitos de manillar, y que permanezca visible (como lo haría bajo la lluvia o por la noche). En verano, protéjase del calor y de los rayos UV (protección solar y ropa) y elija rutas sombreadas.

Evalúe su tiempo de viaje

En un carril exclusivo, no hay miedo a los atascos ni a las colisiones con los coches. Por lo tanto, los tiempos de viaje son fiables: sólo usted controla el tiempo. Hay varios factores que determinan el tiempo que se tarda en completar un paseo, que debe seguir siendo una fuente de placer. Tendrá que tener en cuenta las pausas que quiere hacer: visitas turísticas, picnics, baños, fotos, etc. Otro punto a tener en cuenta es su condición física. En general, en lo que respecta al cicloturismo, se recomienda recorrer entre 30 y 50 km al día para una persona no muy deportista. Esta distancia puede aumentar hasta 80 km al día para una persona deportista y hasta 180 km al día para personas entrenadas. A título informativo, los sistemas de información geográfica que calculan los itinerarios ciclistas se basan en una velocidad media de 15 km/h para los recorridos por carriles bici, es decir, con pendientes suaves.
Tenga también cuidado con un conocido enemigo de los ciclistas: el viento en contra, que incluso en terreno llano puede ralentizar el trayecto y hacer que el paseo sea un poco menos fácil y agradable. Pero estos son los peligros del ciclismo y se pueden anticipar gracias a la previsión meteorológica... y a la experiencia. Un último punto: las distancias también deben tener en cuenta otros parámetros como la estación del año (días más largos en verano), el calor y el sol (montar por la mañana, evitar el periodo de 12 a 16 horas o hacer un descanso a esta hora, a la sombra o bajo techo).

Con los niños

Para los niños, recomendamos adaptarse a su ritmo y recorrer distancias no superiores a 40 km al día. La idea, para todos, es empezar con rutas cortas antes de embarcarse en salidas más largas. La palabra clave es ¡disfrutar! Las bicicletas de carga (con remolque) pueden utilizarse para transportar a niños de diferentes edades. Los sistemas de enganche (barra tándem, follow-me) pueden utilizarse para unir tu bicicleta a la de tu hijo, cuando éste aún no sea totalmente independiente.

El ciclismo es bueno para la salud

"Ir en bicicleta no es bueno para la salud, debido a la contaminación" Esta afirmación no es válida, dados los beneficios acumulados de la bicicleta. Un estudio del Observatorio Regional de Île-de-France, publicado en 2012, demuestra que los beneficios de la bicicleta para la salud son veinte veces superiores a los riesgos (accidentes, contaminación atmosférica). Conviene recordar que, en lo que respecta a la exposición a la contaminación atmosférica, es mejor ir en bicicleta que estar confinado en un autobús, un coche o el metro. En el mismo trayecto, un automovilista estará expuesto a una concentración de contaminantes 1,5 veces superior a la de un ciclista. Si un ciclista puede utilizar un carril bici, su nivel de exposición se reducirá a la mitad. En Dinamarca, un estudio demostró que las personas que iban al trabajo en bicicleta tenían una tasa de mortalidad un 28% menor que las que no lo hacían. En resumen: el ciclismo induce procesos mecánicos y químicos beneficiosos para el corazón, los pulmones, los músculos y los huesos. Pedalear con regularidad también ayuda a reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y diabetes de tipo 2, y favorece el desarrollo neurosensorial. La OMS también ha destacado la relación entre la actividad física y la salud mental: montar en bicicleta puede ayudar a dormir bien y a reducir los niveles de estrés. Pedalear al aire libre y en la naturaleza reduce el riesgo de depresión. Cuantas más personas monten en bicicleta, menos accidentes tendrán... y menos contaminación provocarán. Porque la bicicleta también es buena para todo lo que nos rodea En los Países Bajos, los mayores de 65 años realizan más de una cuarta parte de sus desplazamientos en bicicleta. El país es bastante llano, con muchos carriles bici, pero el viento y la lluvia no detienen a los ciclistas de todas las edades.