BURJ KHALIFA

Apile 2,53 torres Eiffel y tendrá el Burj Khalifa. Una ciudad vertical que alberga a 10.000 personas y domina la capital del pequeño emirato. Encargada por el grupo Emaar y diseñada por los estadounidenses Skidmore, Owings & Merrill sobre una planta en forma de Y inspirada en el bulbo de la Hymenocallis, una flor del desierto, la torre de vidrio y aluminio se inauguró el 4 de enero de 2010 tras 1.325 días de trabajo. Se necesitaron 12.000 trabajadores al día para construirla. Con sus 160 plantas y su aguja de 828 metros, es actualmente el récord mundial del rascacielos más alto. Hay 6 grados de diferencia entre la cima y la base. Es muy difícil meterlo en el visor de una cámara. Desde abajo, es hermoso, esbelto, vertiginoso, simplemente una maravilla de equilibrio y genio arquitectónico. Desde arriba, es decir, desde las plataformas de observación de los pisos ¹²⁴, ¹²⁵ y ¹⁴⁸, a 452, 456 y 555 metros, parece casi frágil, porque es muy estrecho, y si el tiempo está despejado se pueden ver más de 95 km en todas direcciones. ¿Quién vive allí? Desde la planta baja hasta ^{la 39}, clientes de Armani; hasta ^la 108, los inquilinos de unos mil pisos, y luego ejecutivos merecedores del adjetivo "superior". En ^la 122, un restaurante. En cuanto a las cifras, algunas son alucinantes, como las 26.000 ventanas o los más de 946.000 litros de agua necesarios cada día para hacer funcionar el sistema de aire acondicionado. De la condensación provocada por el aire acondicionado y el calor húmedo de la ciudad, consiguen recuperar unos 55 millones de litros -el volumen de 20 piscinas olímpicas- que utilizan para regar los jardines de abajo. En cuanto a la seguridad, cada 25 plantas aproximadamente se instalan islas en caso de incendio, equipadas con aire acondicionado y puertas blindadas. También están equipadas con alarmas que impiden a los residentes salir a sus balcones si el viento es demasiado fuerte. Debajo, hubo que verter 192 pilares de hormigón de 50 metros de altura y 1,40 metros de diámetro para sostener toda la estructura, que pesa 500.000 toneladas, el peso de 100.000 elefantes. En cuanto a las ventanas, hubo que encargar más de 24.300, con una capa exterior de plata para reflejar la luz y una interior de titanio para aislar mejor el calor. Gracias a estos dos materiales, a última hora de la tarde, cuando el sol está a punto de ponerse, se puede admirar todo en plata, como si estuviera iluminado desde dentro. Es sencillamente sublime. Clasificada regularmente en primera posición en la Web, At The Top es la actividad más popular de Dubai, bastante sensacional hay que decir, y definitivamente única. ¿Merece la pena hacer esta excursión tan cara? Sí, porque la sensación de estar en el balcón público más alto del mundo es muy estimulante, y en un día claro la vista aérea es inolvidable (por la noche, la altitud y las distancias son abrumadoras, pero las luces de la ciudad son encantadoras).No, si no le gustan las multitudes, las largas colas y es claustrofóbico o propenso al vértigo, el ascensor directo de 0 a 124 plantas es un poco calvario, ya que se sube (o se baja) una planta por segundo, aunque los espectaculares efectos de luz y sonido reducen esta impresión de encierro. En la planta ¹²⁴, ya se está a 452 metros sobre el nivel del mar, lo suficientemente alto como para obtener una vista bastante completa de la ciudad, sus barrios, el litoral... Esa sensación un poco extraña de una ciudad liliputiense extendida como un kit de construcción. Por el doble de precio, estamos unos metros más arriba, en la planta ¹²⁶ y su cubierta circular de 360 grados, un paso intermedio en el camino hacia el ascensor que lleva a la planta VIP: la ¹⁴⁸, la plataforma de observación más alta del mundo, con 555 metros, con una bebida para calmar la sed, petits fours, salones tenues, una boutique de lujo, arreglos florales refinados y vistas despejadas sin el ajetreo de la planta más visitada.

Por si algo va mal, hay puestos de seguridad y unos cincuenta ascensores. Y si quisiera subir por las escaleras, ¡tendría que volver a bajar los 2.909 escalones! Amigos ecologistas, tened en cuenta que se necesita el equivalente climático de 10.000 toneladas de hielo al día para enfriar el lirio de acero. Con solo unos sorbos de agua y mucha valentía, Alain Robert, el "Spiderman francés", entró en el Récord Guinness en marzo de 2011 al completar el ascenso en 6 horas. Ese mismo año, también fue inmortalizado en Misión Imposible, con Tom Cruise corriendo, saltando y trepando por las ventanas. Durante las fiestas, más de un millón de visitantes acuden a ver los impresionantes fuegos artificiales que parecen incendiar el Burj Khalifa. Debe su nombre al segundo Presidente de los Emiratos, el jeque Khalifa Bin Zayed Al Nahyan, antiguo gobernante de Abu Dhabi. Si no puede subir, le recomendamos que lo recorra a pie por el bulevar Sheikh Mohammed y se tome un refresco vespertino junto a las fuentes. En un paisaje llano, el Burj Khalifa se ha convertido en un auténtico faro para la ciudad, el emblema de un Dubai vernáculo; en resumen, una moderna Torre de Babel. Un consejo: evite subir justo antes del atardecer para aprovechar la mejor luz y distinguir con claridad los rascacielos. Descuentos disponibles reservando a través de Groupon.