Qué ver y hacer Graciosa

Desde que se asentaron en Graciosa en el siglo ^XVI, los colonos portugueses utilizaron burros para la agricultura, los viajes y el transporte de mercancías. Debido a su importancia para el desarrollo de la isla, había muchos burros en la isla antes de que su población disminuyera con el paso de las décadas. La asociación fundada por Franco y Sandra en 2013, Associação de Criadores do Burro Anão da Ilha da Graciosa (ACABAIG), tiene como objetivo proteger y conservar estos animales, cuya especie fue reconocida como autóctona en 2015. Cuando empezaron en 2013, solo quedaban 45 de estos equinos. Hoy, gracias a su labor, hay en la isla un centenar de burros, 28 de ellos repartidos por las parcelas de su propiedad.

Durante la visita, la pareja explicará el trabajo realizado con el profesor Arthur Machado, experto en genética, para identificar la especie, sus características y las razones por las que es importante preservarla. También descubrirá el papel que estos animales han desempeñado en la historia de las Azores, ¡con fotos del pasado! Para ilustrarlo, por supuesto, podrá acercarse a los burros y, si le apetece, darles de comer o posar con ellos para llevarse a casa un bonito recuerdo; son muy simpáticos y les encanta que los acaricien. No olvides avisarnos cuando vengas para que no nos encontremos la puerta cerrada.

Una actividad que gustará a grandes y pequeños

De arcilla roja, esta magnífica playa es única en la región. Su color es impresionante y contrasta con el azul eléctrico del océano que la baña. Una auténtica maravilla También hay una zona de picnic y una zona de baño, con una plataforma y una escalera que conducen directamente a las piscinas naturales. Aquí también se encuentra uno de los campings de la isla, totalmente gratuito. Merece la pena visitar la playa, aunque no se quede a disfrutar de sus instalaciones.