CORTIJO DE RAMÓN
leer másEn esta casa familiar, accesible desde la A 314 por un camino camino al pinar, Amparo y Marc perpetúan cierta idea de la acogida en un auténtico hotelito de montaña amueblado a la antigua con un entorno bucólico. Ocho habitaciones con encanto (cinco dobles y tres familiares, algunas con altillo) rodean las estancias con chimenea, colección de objetos y exposición de fotos de vida y memoria local, un espacio casi lounge con piscina y una bonita terraza de verano. Este cortijo, frecuentado por una clientela esencialmente barcelonesa y madrileña que viene lejos de la ciudad (y sin televisión), permite también familiarizarse con la cocina regional con sabores de antaño que utilizan numerosos productos locales (embutidos caseros o champiñones de los alrededores). Fuera de temporada, los fines de semana temáticos (aceite de oliva, recolección a la producción del néctar) se organizan desde este espacio virgen muy relajante.
LA CASERÍA DE TITO
leer másProbablemente no sea para la situación (una zona residencial no muy inolvidable de las inmediaciones de la Puerta de Úbeda, a la que se accede a través de una pista) que, desde enero de 2002, se acude a la casa rural del bistachú Tito y a su esposa Macarena, pero, más bien para compartir un momento diferente del turismo, un poco pasivo, en una villa rústica con piscina y de forma accesoria. a la antigua cocina andaluza y mediterránea. En total: Siete habitaciones de piedra vista (con TV y un pequeño cuarto de baño), dispuestas alrededor de un patio, al que los residentes acceden con independencia igual que a un pequeño espacio de aparcamiento. Una oferta diferente propuesta por una pareja muy agradable y sus animales.