Diversión y salidas Archipiélago Bts Zanzibar

Situado en el corazón del casco antiguo, en el paseo marítimo, el Tatu es un establecimiento distribuido en tres niveles, justo al lado del 6th Degree, otro local de fiesta nocturna. No espere encontrar aquí hispters tatuados hasta el cuello o bikers escuchando rock: Tatu significa «tres» en suajili, como las tres plantas de este bar restaurante. Por último, es sobre todo un bar, porque nadie viene a comer aquí si no es para apurar algunas cervezas de más (y la cocina cierra pronto). Se viene a beber cerveza, cócteles y whisky, cuya variedad es amplia y las dosis generosas. Ambiente muy animado por la noche y hasta el amanecer, especialmente los fines de semana. La entrada es de pago para acceder al tercer y último piso, pero merecen la pena los miles de chelines que piden. Se puede decir que es lo mejor de la noche en Stone Town, y de lejos. Entre hip-hop, funk, música de sintetizador y latina, pero también reggae, dancehall jamaicano y africano... la música es muy buena, innovadora incluso hasta el final de la noche. Todo el mundo baila, desde los beach boys a los turistas pasando por los locales y los extranjeros residentes, entre un calor asfixiante a pesar de los ventiladores y la brisa marina (porque estará en una terraza frente al mar). Pero no importa, las horas pasarán, seguirá bailando y sudará aún más... y volverá. Unas últimas piezas de reggae para relajar bajo las luces ¡y a la cama!

No recomendaríamos alojarse en el hotel, sobre todo los fines de semana, cuando hay agitadas fiestas en la piscina y noches de barbacoa al ritmo de los DJ de Stone Town, que destilan excelente música naija y amapiano sudafricano y tanzano. Se puede bailar toda la noche (cuidado con las maletas, que están muy apretadas) y tirarse a la piscina hasta el amanecer: todo el mundo está allí, tanto lugareños como turistas. Los sábados se organizan otras veladas temáticas (happy hour, noche blanca). El público es muy joven.

Como la proa de un barco en la playa, la pequeña cabina del camarero de Cocobello da a la arena por dos grandes escalones, frente al pequeño hotel y discoteca del mismo nombre. Aquí se preparan buenos cócteles -divinas piñas coladas hechas con coco y piña fresca- y la música es local, pero bien elegida y bailable. Los bajos suenan lo bastante alto como para crear un ambiente festivo, atrayendo a los jóvenes de Nungwi que se reúnen en pequeños grupos y a los turistas que recorren la playa. La interacción es fácil y el personal local es amable.

El mejor bar de cócteles de Nungwi, contiguo al restaurante del mismo nombre y frente al mar. Las simpáticas camareras italianas agitan frenéticamente sus cocteleras para preparar algunos de los cócteles más creativos de Nungwi. Mojito de manzana, caipiroska de pasión, un refrescante jardín verde (ginebra Bombay Saffire, pepino, lima, albahaca, ginger ale) o una afrutada mula italiana (Campari, zumo de naranja, canela, ginger ale), la elección es difícil. Las gradas de madera sirven de pequeña terraza, pero puedes sentarte en la playa con tu bebida.

Si buscas una pausa swahili en pleno casco antiguo, el Café África ofrece todos los cafés de Zanzíbar comprados a una pequeña cooperativa de la isla y aromatizados con especias, que encontrarás en los puestos: café con mango seco, cardamomo, canela, jengibre, plátano, vainilla... y lo mismo ocurre con los tés. El café también vende muñequitos del zodiaco africano, confeccionados por madres con dificultades a través de la ONG Vassalam (www.vassalam.org). La sala está muy bien decorada.

Este chiringuito de roots reggae-rasta siempre pone buena música. Desde reggae hasta blues y jazz, la lista de reproducción es larga. Puedes sentarte y disfrutar de un coco casi helado, un cóctel de fruta fresca o una buena cerveza local (Kilimanjaro, Safari, Serengeti, etc.). El ambiente es relajado, sobre todo en las tumbonas y hamacas, ideales para ver pasar los dhows mientras se pone el sol. Es precisamente la hora en que la juventud local se reúne para hacer acrobacias, pasear y reunirse en la playa de enfrente.

Uno de los hoteles más antiguos de la isla puesto que, ya en 1888, el Africa House recibía el English Club que marcaba las premisas del turismo local. Magnífico edificio suajili bien situado en el frente marítimo, que ofrece quince habitaciones decoradas a la zanzibarí, con vistas al océano o al casco antiguo (más grandes). Nos gustan el encanto anticuado del lugar, los cuartos de baño espaciosos y el confort, pero no espere ningún lujo. El bar dispone de una gran terraza frente al océano, ideal a la hora de la puesta de sol, mientras que el restaurante, mayoritariamente interior, también dispone de algunas mesas fuera. Si le interesa la historia de la isla, la biblioteca del hotel dispone de una colección de libros antiguos (en inglés) que le permitirán ampliar sus conocimientos. El hotel tiene su propia agencia de viajes para sus clientes.

Si tienes ganas de música, Coral Rock organiza cada lunes una imperdible jam de afro groove. Los músicos acústicos y los cantantes se turnan en el escenario, y luego es el turno del DJ para subir la temperatura. Durante el espectáculo, puede pedir generosamente los hermosos platos de Coral Rocks, como el atún recién marcado sobre un lecho de aguacate, o simplemente gambas y pulpo a la parrilla, a precios razonables. Los cócteles también son una buena opción.