HOTEL SPA
leer másEste palacio de arquitectura clásica, el lugar de encuentro más famoso de la época colonial, es hoy un lugar de descanso que merece la pena visitar para tomar una copa al atardecer, mientras se disfruta de la piscina o del hermoso parque. La propiedad está bien cuidada, tal vez a la espera de algún trabajo de renovación algún día. Históricamente, el Hotel des Thermes fue la residencia del rey Mohammed V y su familia en 1954, cuando se encontraba en el exilio. La familia real pasó allí casi dos años, y regresó a su país en 1955, unos meses antes de la independencia de Marruecos.
PALAIS REAL
leer másEl Palacio Real es la última residencia del rey betsileo del norte, Mpanalina II, derrotado por las tropas merinas de Radama I en 1811. Cuando estaba en uso, estaba rodeada por varios fosos circulares e incluía la casa del soberano (Tranovola), la de los consejeros (Tandapa), una especie de ágora común (Kianja) y dos tumbas. Hoy en día, las ruinas no son excepcionales, pero el paseo por los arrozales y campos de patatas es agradable.
VISITE DE RANOMAFANA
leer másA pocos kilómetros de la entrada a Ranomafana, viniendo de Fianarantsoa, hay un mirador donde se pueden observar las sombras del bosque y una hermosa cascada. En el centro del pueblo, el puesto de recepción de Kianjamainto ("Centre d'interprétation") ofrece una buena introducción a la historia, cultura, fauna y flora de la región (si está abierto en el momento de la visita). A 2 km de la salida de Ranomafana, en dirección a Mananjary o Manakara, un arboreto presenta bellos ejemplares florales. No confundir con el jardín botánico de Kelilalina, más adelante.
PUENTE COLGANTE
leer másEn la entrada de la ciudad, un gran puente colgante de metal cruza el río Mananjary. Esta imponente estructura, al estilo de las construcciones de Gustave Eiffel, está rodeada de abundante vegetación. ¡Una parada para tomar una foto resulta imprescindible!
GRAN MERCADO
leer másEl gran mercado de Ambatolampy es uno de esos grandes mercados tan típicos de las Tierras Altas, los jueves, y en menor medida los lunes. Para llegar, hay que desviarse a la izquierda de la carretera justo después del mercado de cebúes, viniendo de Antananarivo. Podrá cortarse el pelo al aire libre por muy poco dinero y comprar productos regionales: conejos, aves de corral, patos, pescado de río, magníficas frutas y verduras... Visitar el mercado de cebúes, aunque sea pequeño, también es una experiencia interesante en sí misma