Qué ver y hacer São Miguel

Reconocidos con numerosos premios internacionales, los licores de esta fábrica harán las delicias de los amantes de este tipo de bebidas.

Entre los principales productos se encuentra el licor de maracuyá (un paso importante en la historia y las tradiciones gastronómicas de las Azores), que ha ganado seis medallas de oro internacionales. También está el licor de crema Queen of the Islands, el licor de anís y varios licores de frutas naturales. Veinte deliciosos minutos de visita.

Se puede ver un tradicional barco ballenero, el Senhora de Fátima, que ha sido restaurado por Terra Azul, una agencia especializada en la observación de cetáceos y preocupada por el patrimonio ballenero de las Azores. En el momento de su recuperación, este viejo barco estaba funcionando como bar. Para aprender más sobre la historia del Senhora de Fátima y sobre la historia de la caza de ballenas en las Azores, infórmese en Terra Azul.

Ligeramente al oeste de Ponta Delgada, la gruta do Carvão es el túnel de lava más largo de la isla de São Miguel. Aunque hoy en día los mapas (solo) indiquen que tiene 1912 m, los documentos antiguos hablan de una longitud mucho mayor, más de cinco kilómetros. Dividida en tres secciones (la de Paim, la de João do Rego y la del Séchoir de Tabaco), se visita con un guía y equipados con casco y linterna para descubrir la historia y la geología de esta cavidad de entre 5000 y 12 000 años de antigüedad.

Con más de cien años de historia, esta plantación es un verdadero museo vivo de este cultivo único en el mundo. Las visitas le llevarán a seguir y conocer todas las etapas del crecimiento de la piña (recuerde recoger el folleto explicativo en la tienda) a través de los diferentes invernaderos. En verano, hay una agradable terraza sombreada para tomar una copa. No dude en pasar por la tienda para probar y, por qué no, comprar licor de piña, entre otras cosas.

En realidad, es la tienda de ultramarinos Central, adquirida por el Ayuntamiento para convertirla en museo. En la planta baja de este antiguo establecimiento comercial, descubrirá testimonios del pasado. Le contarán cómo vivían, qué comían y cómo vestían los azorianos del pasado. Un pequeño museo que solo le llevará unos minutos visitar. Justo al lado hay una taberna donde se puede continuar descubriendo la isla charlando con los habitantes.

Varios jardines agradables embellecen Nordeste, como el de la Boca da Rua, el del Viaduto o el municipal, que deleitan la vista. También podemos mencionar el jardín de la Quinta do Moinho, donde tiene todo lo necesario para disfrutar de un tranquilo paseo: flores multicolores, cascada, etc. La parada es agradable y tranquila. Un templo del espíritu zen. Cerca hay barbacoas y un aparcamiento para disfrutar un poco más del lugar. A destacar: acceso para personas con movilidad reducida. Las Azores son la naturaleza en todo su esplendor.

El puente con siete arcos neorrománicos, construido en 1883, es muy pintoresco y es sin duda uno de los más bellos de São Miguel. No podrá esquivarlo si pasa por la ciudad de Nordeste. Se puede admirar desde abajo, desde la pequeña plaza o cruzarlo y admirar la vista de la ciudad desde arriba. Está decorado con flores de todos los colores en verano: merece una buena foto. Sin embargo, la mejor vista para apreciar su bella construcción la tendrá si se aleja un poco.

El centro de Livramento tiene algunos hermosos monumentos. Se puede admirar la iglesia parroquial, varias capillas del siglo XVII y la casa señorial de Nossa Senhora das Necessidades, un edificio muy bello de los siglos XVII y XVIII que contiene unos azulejos espectaculares. Estas mansiones se construyeron en el apogeo del comercio de la naranja, cuando las Azores eran una escala obligatoria para abastecerse durante los viajes marítimos de larga distancia. Fueron construidos a partir de la riqueza creada por el cultivo de cítricos.

La antigua casa del propietario del molino ha sido reacondicionada en buveta y tienda de artesanía.

Efectivamente, no vamos a venir hasta Furnas solo para ver esta curiosidad urbana... Casa Invertida, como su nombre indica, es justamente eso, es decir, una casa al revés. Hay que destacar que esta construcción alberga un transformador eléctrico. Una interesante arquitectura para un uso poco glamuroso. Si está paseando por la ciudad, haga un pequeño desvío para ver este insólito monumento. No se ve todos los días, así que se impone una pequeña pausa para hacer una foto que puede ser particularmente divertida.

Este museo trata sobre el cultivo ancestral del trigo en las Azores, hoy desaparecido y reemplazado por la ganadería. Descubrirá las técnicas tradicionales de producción de los siglos XVIII y XIX. El Museo del Trigo es el resultado de la reconstrucción de un antiguo molino hidráulico, donde los visitantes pueden observar los instrumentos tradicionales utilizados durante la cosecha del trigo, así como una exposición permanente compuesta por paneles que evocan el cultivo de cereales en São Miguel.

Inaugurado en 2009, este museo fue acondicionado en la casa natal de la hermana Margarita del Apocalipsis (1779-1858) y alberga el Arcano, obra mística e insólita a la que la hermana dedicó toda su vida. Considerado como un tesoro regional, el Arcano es un escaparate que expone tres niveles de figuras (santones en harina de arroz y goma arábiga) de uno a veinte centímetros que representan escenas bíblicas. En la casa se han conservado algunos espacios, como los techos y la cocina, donde se puede ver, por ejemplo, un horno tradicional.

Viajar por el noreste es ante todo penetrar en lo más profundo de un país de tranquilidad y una belleza inolvidable. Vistas impresionantes, valles magníficos, montañas imponentes, cascadas, arroyos refrescantes... También se trata de embriagarse con la cantidad de flores que hacen del noreste la región más florida. La misión de la Oficina de Turismo es guiarle en estos descubrimientos: folletos, mapas e información de todo tipo están a su disposición. También podrán ayudarle con las reservas.

El museo cuenta con una fina colección de cerámica local y muchas piezas procedentes de excavaciones arqueológicas realizadas en toda la isla de São Miguel. Las exposiciones pretenden reflejar las tradiciones y experiencias ancestrales de la ciudad y de la isla en general. Los visitantes podrán observar artesanías tradicionales, el arte de la caza de ballenas, objetos religiosos, descubrimientos arqueológicos, etc. Bastante interesante.

En pleno centro de la ciudad, este magnífico edificio del siglo XIX del barón Fonte Bela (quien introdujo el estilo neoclásico en las Azores) alberga ahora la escuela secundaria Antero de Quental (los expresidentes de la Asamblea de la República Jaime Gama [2005-2009] y João Bosco Mota Amaral [2002-2005] estudiaron aquí). El palacio conserva frescos en paredes y techos, y tiene una biblioteca muy interesante. Está considerado como uno de los establecimientos más bellos de su género en las Azores.

La Casa del Trabajo merece una visita; de hecho es una asociación que dedica sus ganancias a una buena causa. Le permitirá descubrir el trabajo artesanal de las mujeres de esta región de la isla que perpetúan un saber hacer de gran nivel. Se enseñan las profesiones tradicionales, como el bordado y el tejido, y se confecciona la ropa típica de los grupos folclóricos de la isla. Aquí podrá comprar hermosas piezas y  recuerdos locales.

Forma parte del antiguo convento de Santo André, del siglo XVI (parcialmente destruido tras la extinción de las órdenes religiosas en 1832, el palacio y la iglesia siguen en pie). Es aquí donde se inventaron las famosas queijadas da Vila. Los estilos barroco y neoclásico se mezclan. Cuando el rey don Pedro IV decidió disolver las órdenes religiosas en 1832, las clarisas tuvieron que cerrar la tienda, y hoy solo queda una parte de la iglesia y del locutorio. Si se encuentra en Vila Franca do Campo, la visita puede resultar interesante.

Iniciada en el siglo XV, su construcción continuó en los siglos XVII y XVIII. Detrás de su bella fachada y su portal barroco, alberga, entre otros tesoros, una estatua de Nuestra Señora de los Suspiros, considerada la más bella del archipiélago, libros antiguos, un altar ricamente ornamentado dedicado a María, el lienzo O Pentecostes, del pintor Pedro Alexandrino de Carvalho y, en la sacristía, emotivos exvotos de marineros.
Desde el atrio se puede disfrutar de una magnífica vista del puerto. Si está en Ponta Delgada, hay que visitarla.

En plena reserva forestal de Cancela do Cinzeiro, a 6 km del Nordeste, este centro medioambiental se dedica a proteger al priolo (camachuelo de las Azores) y a preservar su hábitat, la laurisilva. Esta rara ave sólo se encuentra en la región montañosa al noreste de São Miguel. Las visitas al bosque le permitirán buscarlo, ¡e incluso avistarlo! - con excelentes guías. Reserve con antelación.

Este magnífico mirador es una visita obligada si se recorre la costa este de la isla. Es probablemente uno de los miradouros más bellos de São Miguel, no sólo por sus vistas panorámicas del océano y la escarpada costa, sino sobre todo por el magnífico jardín en el que está enclavado. En primavera, está en plena floración: ¡sublime! También hay una zona de picnic con mesas, barbacoa e instalaciones sanitarias, así como gatos callejeros que piden ser acariciados por los visitantes.

Este parque es una joya escondida, a solo 3,5 km de Furnas, justo al norte del lago. Abandonado por el Estado portugués durante 22 años, finalmente fue comprado de nuevo en 2018 por un particular que lo ha rehabilitado. Aquí podrá descubrir un entorno natural encantador, con senderos e instalaciones de madera, cascadas y arroyos, todo ello rodeado de una exuberante vegetación. Los miradores con vistas al lago y las cascadas bien merecen el esfuerzo: ¡prepárese para subir más de 500 escalones! Dedique al menos 2 horas a disfrutar del lugar. También se puede nadar

Oficina de Turismo de las Azores. Buenos planes, ideas de ocio, eventos... Para descubrir el archipiélago o ayudar a otros a descubrirlo.