FROMAGERIE DUBOIS-BOULAY
Quien nunca ha oído ese nombre: ¿Chavignol? Quien nunca ha pensado automáticamente: ¡Chavignol = crotitin! y por deducción: de cabra. Como un irrefutable plebismo, la reputación continúa. Vean, sin duda el inevitable crotitín de 60 g seco, semiseco o cremoso por él solo lleva en gran medida la palma, pero cuando nos visitamos allí, descubrimos perlas queserías que conocemos poco. Se trata, por ejemplo, del Mama de Niñera, un 250 g con leche cruda envolcada de una ceniza vegetal y cuya forma evocadora sigue sin apelar (¡que…!), el Galet áué madurado… áué como su nombre indica provisto de un craso terciopelo, del Gran Vielus, cuya redondeada combina con el espesor. una bella majestad marinada, del Chavignol Gran Madurage, envuelta… se pasa sobre los botones y otros dulces, esencialmente con la lacra caprin que reavivó el palacio y no añade a la grasa un embotellado adicional -como cualquier otro queso-, ya que aquí sólo se alcanza el 20 En cambio, el porcentaje de materia grasa -por el contrario, el de la botella-se impone a Chavignol, ya que es el reino de Sancerre. ¡Vamos a servir un p'tit con una cabra de Dubois-Boulay! Esto no se inventa.