IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ
Impone su arquitectura, que parece directamente salir de la imaginación de un constructor que preconiza sobre todo el moderno sin dejar de lado las distintas bases tradicionales que crean el vínculo entre las épocas y los seres humanos. Su nef romana se remonta a finales del siglo XI, mientras que su coro cubierto de una bóveda de ojivas cerrado por un cabecero poligonal del siglo XV tiene el privilegio de poseer culos de lámpara de los cuales uno de ellos representaría Sainte Solange. Pero la elegancia intrigante es este "caquetorio" que no es más que una galería exterior que recorre la fachada. Se imagina fácilmente la charla en otra época… Hoy podemos hablar siempre, ya que hay mucho que decir sobre el camino de la cruz que el artista orléano Jeanne Champillon creó de cerámica en las paredes de la nave en el siglo pasado. Una auténtica curiosidad.