Cuándo ir à Saint-Malo ?
Rock, teatro, deporte, naturaleza: es un gran lugar para estar de abril a noviembre, ya que hay muchos eventos que hacen que la Costa Esmeralda sea muy atractiva. Además, el clima oceánico es suave y las temperaturas son agradables durante todo el año. Así, tendrá la oportunidad de descubrir la región de enero a diciembre, disfrutando de paisajes que cambian con las estaciones. Desde las luces azuladas del invierno hasta el bullicio de la temporada alta, hay mucho que ver
El clima dominante en Saint-Malo es, por supuesto, oceánico, atemperado por la corriente del Golfo. Los veranos son bastante bonitos y suaves, y los inviernos suelen ser lluviosos, ventosos (pero con días regularmente bonitos, tranquilos y luminosos) y templados. Las diferencias de temperatura son pequeñas y los días de heladas en invierno son raros.
¿Cuándo ir a Saint-Malo? Probablemente todo el año. Tanto en verano como en invierno, el tiempo es bastante variable, y no debería ser un obstáculo para una estancia en Saint-Malo. Los museos y lugares de interés están abiertos todo el año. Por último, quizás sean los numerosos y famosos eventos los que decidan la fecha de su estancia en Saint-Malo: Route du Rock, Route du Rhum, Étonnants Voyageurs, Quai des bulles... Elija Si aún quiere disfrutar de los deportes náuticos, elija el periodo estival... ¡siempre que reserve su alojamiento con suficiente antelación!
El mejor momento para viajar à Saint-Malo
Viaje à Saint-Malo
Propuestas de visita à Saint-Malo
La Costa Esmeralda es una zona llena de paisajes y patrimonio por descubrir. Por las calles, a lo largo del Rance, o a lo largo de la costa, descubrirá una región rica, tanto en cultura, gastronomía, patrimonio, arquitectura y medio ambiente. Es porque hay tanto que descubrir y conocer que le proponemos estas ideas de estancia para optimizar al máximo su estancia. Así, podrá elegir los lugares que más le atraigan, tanto en la costa para los amantes del mar, como en el interior del país para los más enamorados de las tierras. Desde la Pointe du Grouin hasta el Cap Fréhel, o desde el campo de Dinan hasta las orillas del Rance pasando por Combourg, no podrá resistirse a los increíbles tesoros que ofrece la región. Tantas cosas que contemplar, visitar, degustar... que atestiguan hoy el excepcional atractivo de la costa.
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Descubra Saint-Malo
Originalmente, Saint-Malo es una isla unida a tierra por el estrecho istmo del Sillón. La ciudad vive al ritmo de las carreras ordenadas por Luis XIV y de las ambiciones de los ricos armadores hasta el siglo XVIII. Estos últimos construyeron mansiones privadas y las famosas malouinières en los alrededores. En el siglo XIX, la pesca hacia Terranova se desarrolló y luego dio paso al desarrollo del turismo costero a partir de la década de 1830. La Segunda Guerra Mundial y los bombardeos aliados de 1944 destruyeron gran parte de la ciudad. La ciudad fue reconstruida a su estado original en 12 años y está cargada de historia, que disfrutará explorando mientras pasea por sus calles. Descubra el encanto de una ciudad corsaria llena de tesoros arquitectónicos, culturales y culinarios. Dentro de las murallas se respira un ambiente único, que no hay que pasar por alto en los otros barrios de la ciudad, que también hay que descubrir
