Los mejores chocolateros Saint-Malo

En el corazón de Saint-Malo, regálese un dulce descanso en este paraíso gastronómico. Artesano chocolatero y pastelero desde hace 30 años, anímese a probar una de sus irresistibles especialidades de la casa: kouign-amann, pasteles bretones, far breton o muchas galletas, todas con mantequilla Bordier y sal de Guérande. La chocolatería Galland también ofrece una amplia gama de dulces, chocolates y barras de diferentes orígenes, licores, sidras y calvados... y otras delicias artesanales, así como unos cuarenta tés.

Georges Larnicol es un nombre, una firma, una empresa que nunca deja de crecer. Originario de Quimper, donde abrió su primera tienda en 1985, Georges Larnicol ganó el prestigioso título de Meilleur Ouvrier de France en 1993. Desde 1999, con su idea innovadora de crear fábricas de galletas y chocolates, ha abierto numerosas boutiques en toda Francia: en Bretaña, por supuesto, en la Costa Azul, en el suroeste, en París... En la tienda de Saint-Malo, encontrará la delicadeza de los aromas, el respeto de las tradiciones, las irresistibles Kouignettes® (mini kouign amann), la sorprendente Torchette y las Cocouettes au citron. Las tradicionales galettes bretonas están disponibles en una variedad de nuevos sabores. En el lado del chocolate, las rocas, las almendras y las avellanas cubiertas se codean con las orangetas y las piruletas de malvavisco caseras. No olvidemos los macarrones caseros, hechos con fruta fresca confitada y sin grasa animal, que harán las delicias de los paladares gourmet más exigentes.

En 2018, Quentin y Ellen Le Bars abrieron Chocolat et Sjokolade, una chocolatería y heladería artesanal franco-noruega en Paramé, Saint-Malo. En su puesto frente a la iglesia, ofrecen unos cuarenta pequeños chocolates, moldes y tabletas, así como helados y sorbetes, todos elaborados en el propio local. También se realizan encargos a medida y se organizan regularmente talleres para niños y adultos con el fin de descubrir los secretos de la chocolatería. Con su experiencia y su pasión, Quentin y Ellen le invitan a disfrutar de una pausa gastronómica.

La panadería de la Cathédrale ofrece un amplio abanico de exquisiteces y a menudo se destaca por sus especialidades: galletas, patatas de Saint-Malo, Petit Nicolas e incluso pavé malouin. Merece la pena hacer un alto en el camino para comprar algunas delicias únicas e inconfundibles. El pavé malouin es un pastel bretón relleno de caramelo o frambuesa y rodeado de pasta de almendra, heredado de un pastelero de Dol-de-Bretagne. Por supuesto, el kouign-amann y el far son igual de sabrosos.