EDIFICIO DEL PARLAMENTO DE BRETANA

El monumento más emblemático de Rennes, el Parlement de Bretagne, tiene una historia que se extiende a lo largo de los siglos. La primera piedra del edificio se colocó a principios del siglo ^XVII, bajo las órdenes del arquitecto Gaultier. Pero se necesitó tiempo y varios arquitectos, entre ellos el célebre Salomon de Brosse, arquitecto del Palacio de Luxemburgo, para darnos el Parlamento actual. Gabriel, el arquitecto del Rey, llamado para reconstruir el corazón de la ciudad tras el incendio de 1720, le dio una plaza real digna de su arquitectura. También suprimió la gran escalinata que conducía a la terraza. En febrero de 1994, una manifestación se le fue de las manos y un espectacular incendio arrasó el edificio, destruyendo en gran parte esta joya del patrimonio. Tras cinco años de renovación, el edificio volvió a abrir sus puertas y alberga de nuevo los Tribunales de Apelación y de Assize. El Parlement de Bretagne es el quinto tribunal de apelación de Francia. Este majestuoso edificio también está abierto a los visitantes a través de visitas guiadas dirigidas por guías de la ciudad de Rennes, tras la firma de un convenio entre la Oficina de Turismo y el Ministerio de Justicia. Los visitantes pueden admirar la Sala de los Grandes Pilares en la planta baja, la Sala de los Pasos Perdidos (antigua Sala de los Procuradores) con su techo de madera decorado con molduras y medallones, carpintería tallada y dorada, tapices de Gobelinos, techos franceses, una sala de audiencias, pinturas alegóricas y la soberbia Gran Sala, que se salvó del incendio. Charles Errard y Noël Coypel crearon los increíbles techos de esta sala de artesonado esculpido, considerada una de las obras mayores de Charles Errard, que también fue pintor de Luis XIV. Se representan alegorías de la Justicia, la Religión y otras virtudes. Delante del monumento, aún se puede ver una antigua vía de tranvía que atestigua el paso del tranvía por aquí entre finales del siglo ^XIX y mediados del siglo ^XX. Todas las tardes de verano, al caer la noche, un magnífico espectáculo de luz y sonido, muy apreciado por los habitantes de Rennes, da vida a la fachada de este emblemático edificio. En invierno, la plaza del Parlamento acoge un mercado gastronómico navideño y un árbol de Navidad alegremente decorado. El resto del año, es un lugar ideal para pasear y relajarse, rodeado de tiendas, bares y restaurantes.