Hamburguesas y una cocina llena de sabor para ser disfrutada en un amistoso restaurante con terraza frente a la marina del castillo en Brest.
En este restaurante, situado frente al puerto deportivo del castillo, se aprecia sobre todo el entorno con su impresionante vista del puerto y su gran terraza. La decoración de la vasta sala es moderna y amigable. Podrás comer hamburguesas caseras, (como el inevitable "Cheesy bacon") con carne de Finisterre, picada en el acto y pan de una panadería de Brest: Tartines d'Autrefois. Y cuando Marcelle se encuentra con Morris, le da pescado y papas fritas cuyo pescado viene del mercado de pescado! El chef aporta frescura y una firma polinesia a sus platos: un guiño a Tahití, donde vivió. ¡Nos encantó el Tazón de Buda, los mexicanos y los energéticos!
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Niveau cuisine, il est très bien de proposer une alternative végétarienne. Cependant la galette de légume est très forte et le goût trop puissant pour le Burger.
La nourriture, le service et le lieu ????
Rapports qualités prix parfait, avec des produits frais et fait maison et de belles quantités !