El museo cuenta con dos pabellones, uno de los cuales presenta exposiciones temporales y el otro colecciones permanentes.
El Museo de Arte e Historia de Saint-Brieuc tiene dos pabellones. La primera presenta exposiciones temporales; la segunda, las colecciones permanentes. La planta baja se sumerge en el mundo marítimo. Una sección está dedicada a la arqueología marina, con piezas de naufragios de barcos involucrados en la trata de esclavos que han naufragado en la bahía: colmillos de elefante, instrumentos de navegación, etc. Otra sección traza la historia de la pesquería en Terranova e Islandia. En la primera planta, se le introducirá en el paisaje de la Côtes-d'Armor: la evolución del paisaje y de la industria de la tela, desde el cultivo del lino hasta la tejeduría (ilustrada con impresionantes máquinas). Por último, la última planta plantea la cuestión de los clichés bretones. También vale la pena ver: la colección del fotógrafo Lucien Bailly, que capturó el Saint-Brieuc de la primera mitad del siglo XX, a través de retratos y escenas de la vida. Durante el escaneo, se puede consultar a través de una instalación que proyecta una selección de imágenes a tamaño real. Un museo para recomendar a los amantes de la cultura bretona. Sin embargo, podemos lamentar un diseño algo anticuado.