CIUDAD DE MASDAR

Se ha escrito mucho sobre Masdar, tanto en positivo como en negativo Con su compromiso declarado con el "desarrollo sostenible", Abu Dhabi se marcó un reto importante a principios de la década de 2000. Está en consonancia con la visión "Abu Dhabi 2030", un programa de diversificación económica lanzado en 2005 para reducir los ingresos del petróleo al 40% de los ingresos totales del emirato en 2030. Las acciones y proyectos en marcha giran en torno a esta ambición, que se centra en la educación, las finanzas, el turismo, los medios de comunicación, la aviación, el transporte y, por supuesto, el desarrollo de energías y tecnologías renovables.

Masdar es más conocido por su campus, pero bajo este nombre alberga cuatro pilares.

Instituto Masdar. Esta universidad se fundó en asociación con el famoso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el campus de Masdar City. El instituto ofrece la oportunidad de estudiar uno de los nueve másteres en ciencia y tecnología.

Masdar Capital. Este fondo invierte y apoya a empresas de energías renovables y tecnologías limpias de todo el mundo.

Madar Clean Energy. Invierte en los Emiratos y en todo el mundo en grandes proyectos de desarrollo sostenible, como parques eólicos, paneles solares y programas de desalinización.

Masdar City, que significa "manantial" en árabe, es actualmente un campus de 200 x 100 m, y no es más que la primera parte de un proyecto mucho más ambicioso, que debería dar lugar a una ciudad de más de 50.000 habitantes en una superficie de 6 km² en 2025. Una visita a las instalaciones es ante todo una visita a un laboratorio a escala real, donde toda la electricidad se genera mediante tecnologías de energías renovables. Cerca de 1.000 personas trabajan a diario en esta zona franca de la capital, mientras que 600 viven en ella. se han instalado 260 empresas, entre ellas la sede regional de Siemens y la sede de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la primera agencia internacional que instala su sede en Oriente Medio.

Gracias a la profunda reflexión de los equipos de arquitectos y urbanistas que han trabajado en este proyecto de "ciudad sostenible", el consumo de agua y electricidad es un 40% menor que en otros lugares, y la temperatura puede ser quince grados más fresca que en Abu Dhabi en pleno verano.

Una visita al campus de Masdar City muestra cómo los materiales utilizados, los avances tecnológicos y el estudio de las antiguas ciudades de Oriente Medio han permitido reducir el consumo de energía y producir electricidad limpia. Todo el acero utilizado en Masdar City es reciclado. La ciudad se ha elevado 7 m para hacerla más fresca, y los edificios se han orientado para proporcionar la máxima sombra. Además, muchas de las calles dan al norte para aprovechar el viento chamal predominante, que crea corredores de aire naturales que ventilan la ciudad. La estrechez de las calles, nunca superior a 6 m, recuerda a las antiguas ciudades árabes que tanto ha estudiado Foster. Esta estrechez crea sombra. Los paneles solares instalados en el tejado también actúan como parasoles.

El color de los edificios sirve de señalización. En primer lugar, los edificios de terracota albergan los alojamientos para estudiantes. Sus fachadas ondulantes son de hormigón armado vitrificado, utilizando la arena del entorno. Este material, de los colores de las dunas del desierto, no ensucia mucho y, por tanto, requiere poco mantenimiento. Hay pocas ventanas en las estrechas fachadas para dejar entrar la luz natural y evitar al mismo tiempo que penetre demasiado calor exterior. Los balcones, con sus mamparas moucharabieh, protegen la intimidad tan celosamente cultivada en los países árabes, al tiempo que permiten que se filtre la luz. Dentro de los pisos, no hay control individual del aire acondicionado. La temperatura interior, fijada en 23 grados, está controlada por un ordenador central. La presión del agua en los cuartos de baño también se controla para limitar el consumo. Cada piso dispone de multitud de sensores cuyos resultados de rendimiento energético se envían a una unidad central y se comparten con los estudiantes.

Los edificios protegidos por un moucharabieh de acero albergan las oficinas. El edificio de los laboratorios se eleva por encima de los demás. El aislamiento de este edificio es muy ingenioso. De hecho, se trata de una superposición de materiales que proporciona una eficiencia térmica muy elevada. La capa exterior es una película de plástico cubierta de puntos plateados que protege un gas llamado tetrafluoroetileno, detrás del cual hay un espejo. Este espejo impide la entrada de calor y refleja la luz en la calle, proporcionando una iluminación inesperada. Las ventanas superiores proporcionan luz natural a los estudiantes.

La visita comienza a los pies del edificio Siemens, que ha obtenido la certificación Platinium de LEED (el sistema norteamericano de normalización y clasificación de edificios de alta calidad medioambiental). Platinium es la clasificación más alta posible. La temperatura en este edificio Siemens es claramente más fresca. Varios factores contribuyen a ello. El edificio está diseñado como una caja dentro de otra caja. El interior del edificio tiene fachadas muy aislantes. El perímetro exterior cuenta con un sistema de lamas de aluminio que impiden que el calor del exterior penetre en el interior. La plaza en la que se encuentra el edificio está atravesada por una corriente de aire, cuyo efecto se ve potenciado por una sucesión de tres torres de viento cúbicas integradas en la arquitectura.

Subiendo las escaleras y avanzando, se llega a la primera plaza. En ella, a 45 metros de altura, se alza una torre de viento conocida como barjeel. Este elemento arquitectónico de la Península Arábiga es el antepasado del aire acondicionado. Aquí descubrimos la versión de alta tecnología. En lo alto de esta torre triangular hay una auténtica estación meteorológica flanqueada por tres paneles desmontables. Un ordenador central decide qué panel abrir. El aire entra y fluye por el cilindro recubierto de teflón. Unos nebulizadores instalados en lo alto del edificio reproducen casi idénticamente la función humidificadora que desempeñaba la colada tendida por las mujeres de antaño. El viento, enfriado y cargado de humedad, actúa como un ventilador. Por la noche, la torre se ilumina de azul si el consumo de energía es razonable o de rojo si se superan los objetivos. Se convierte así en un faro para los residentes, que pueden, por ejemplo, posponer sus duchas para ser ecorresponsables.

Al girar desde esta plaza hacia el callejón que bordea la torre eólica, es fácil ver otro edificio de laboratorios. Una vez más, las lamas de acero que protegen las ventanas están juiciosamente orientadas de forma individual y parcial para limitar el impacto de la radiación solar. Por esta razón, algunas secciones de las ventanas carecen de lamas, ya que nunca están expuestas a los rayos del sol.

Con el edificio Siemens a su espalda y la torre eólica a su izquierda, siga recto. Llegará a otro edificio: la Incubadora. Sus fachadas están inclinadas para reducir el impacto de los rayos solares en un 63%. Son de cristal y están salpicadas de puntos de cerámica que actúan como cortinas. Su densidad aumenta en la parte superior de las fachadas. Los colores utilizados se han elegido para reflejar los rayos solares. Los puntos amarillos reflejan la luz, mientras que los colores más cálidos se utilizan en la base del edificio, donde no llega la luz solar.

Tras pasar por la incubadora, la visita continúa. Se pueden tomar magníficas fotos, sobre todo de las ondulantes fachadas ocres reflejadas en las de la incubadora. Por toda la ciudad hay bancos y sofás que crean un cierto ambiente de convivencia. Las fuentes y la vegetación también contribuyen a reducir la temperatura de Masdar City.

Orientado hacia el sur, el pabellón de deportes, con su fachada triangular de color amarillo anaranjado, proporciona sombra natural a las dos piscinas al aire libre. Girando a la derecha por la calle que recorre el perímetro exterior de la ciudad se llega al Centro del Conocimiento o biblioteca, un edificio emblemático, reconocible por su cubierta ovalada de zinc [material disponible en grandes cantidades, infinitamente reciclable y que requiere poco mantenimiento]. Los paneles fotovoltaicos están instalados en la parte superior de la cáscara, mientras que las aberturas alrededor proporcionan ventilación natural. El armazón protege la estructura de madera laminada encolada. Más allá de su atractivo estético, esta madera ofrece resistencia y durabilidad.

Al pasear por la biblioteca, observará que, como en todas partes en Masdar, las escaleras son siempre exteriores, por lo que no necesitan aire acondicionado.

Para acceder a los PRT (Personal Rapid Transit), pregunta a los guardias cómo llegar. No busques el ascensor escondido. En las ciudades del futuro, el énfasis se pone en la escalera, a diferencia de los edificios actuales. Las escaleras no se pintan. Se han dejado como están para reducir el mantenimiento y el consumo innecesario. Al final de la escalera, podrás leer los paneles que cuentan la historia de Masdar, así como los proyectos futuros. En el otro extremo, verás las estaciones del PRT. El PRT no es un vehículo de ciencia ficción. Es un medio de transporte individual, alimentado por una batería de litio, que se desplaza con ayuda de imanes de guiado colocados bajo el pavimento y equipado con un sistema de detección de obstáculos. Con una velocidad de 40 km/h, el PRT se utiliza actualmente para un solo trayecto. El PRT ha sido diseñado por el célebre diseñador Zagato, autor también de varios Ferrari, Bentley y Aston Martin. El vehículo lo fabrica la empresa holandesa 2getthere.

Cerca de las estaciones de PRT se puede ver una maqueta de toda la futura ciudad, cuya finalización está prevista para 2025.

Así pues, Masdar no es un proyecto acabado. Pronto, lo que aún es sólo un barrio se convertirá sin duda en una nueva ciudad cuya ambición es también ofrecer viviendas ecosostenibles a precios moderados, teniendo en cuenta el aspecto social del desarrollo sostenible. Masdar ya cuenta con algunas innovaciones tecnológicas de primer orden, que dejan a los visitantes a veces asombrados, a veces molestos por tantas contradicciones: aquí, todo está pensado, mientras que a pocos kilómetros, el consumo de agua y los residuos son considerables. Las fases 2 y 3 de Masdar ya han comenzado, y nos gustaría ver una planta desalinizadora eco-responsable, clasificación de residuos y, sobre todo, una ciudad un poco más alegre y animada que en la actualidad.