SANCTUAIRE FUTAMI OKITAMA (MEOTO-IWA)
Este santuario es famoso por su estrecha relación con el santuario de Ise. Era aquí donde los peregrinos venían a purificarse antes de ir allí. Aún hoy es un placer descubrir Futami Okitama, al que se llega por un camino literalmente encajonado entre el mar y las rocas. El santuario está dedicado a la felicidad conyugal y a la seguridad vial, entre otras cosas, y hay muchas ranas de piedra aquí y allá. ¿Por qué este batracio? En Japón, la rana se asocia con el regreso a casa sano y salvo, un simbolismo estrechamente ligado a la protección de los viajeros. Se dice que la rana tiene la capacidad de volver a su charca, por muy lejos que esté. Desde el santuario de Futami Okitama, los visitantes también pueden apreciar el Meoto Iwa, una de las imágenes icónicas de la región. Este par de rocas, a 700 metros de la costa, parecen emerger del agua. Adornadas con una puerta torii y una gruesa cuerda de paja que las une, estas rocas simbolizan la puerta de entrada al santuario. De mayo a julio, especialmente durante el solsticio de verano, la salida del sol se alinea entre las dos rocas, atrayendo a muchos fieles y aficionados a la fotografía. En invierno, es la luna llena la que da el toque final a esta estampa de lo más idílica. Esta visita es especialmente popular entre las parejas japonesas, a las que les gusta ir allí para desearse felicidad y longevidad.