CASTILLO DE UTRERA
Un castillo con una larga historia, construido por el Consejo de Sevilla sobre los restos de una antigua torre árabe
Es la única grimpeta que tendrás que hacer visitando Utrera ya que la ciudad es casi plana, pero para acceder a este castillo, situado en una colina natural, al noroeste de la ciudad, tendrás que subir unas escaleras. Una vez al primer mirador y más aún desde el calabozo, disfrutarás de unas magníficas vistas panorámicas a la ciudad, con el primer plano, la iglesia Santiago el Mayor y un poco más a lo lejos, la de Santa María de la Mesa. Este castillo-fortaleza, determinante para una ciudad que ha desempeñado un papel de frontera, lleva una larga historia. Construido por el Consejo de Sevilla sobre los vestigios de una antigua torre árabe, se menciona en los escritos de Alfonse X, el sabio, en 1264, y luego será destruido en 1368 por Mohammed V de Granada para ser reconstruido a finales del siglo XIV. Se abandonará a finales del siglo XV hasta el 1915. Desde entonces, se han realizado trabajos de restauración con regularidad para hacer un lugar abierto a todos los públicos. El acceso se realiza por la fachada noreste, formada por un arco en plena boca, defendido por un calabozo. Una construcción imponente que es la mejor conservada de todas las torres, en particular su estructura interior: dos niveles coronados por bóvedas a ocho partes. El ascenso de este calabozo te dará acceso a dos miradors, a alturas diferentes. Cabe destacar que si la forma general de esta fortaleza es rectangular, se adapta a la orientación noreste/suroeste que es la de la colina: torres cuadradas más pequeñas cuando los ángulos están orientados hacia el interior de la fortaleza y más ancha en los lados orientados hacia el vertiente de la colina. En la planta baja hay un centro de interpretación y en la primera planta una exposición con el proceso de restauración del castillo.