HOGAR DEL SANTUARIO DE CABALLOS SALVAJES DE BLACK HILLS
Antiguamente poblado por los cheyennes y el refugio de los caballos salvajes de la región, estas llanuras se desarrollan hasta la infinidad de vista, a kilómetros a la redonda. En este marco único, un criador de Oregón, naturalista y escritor, decidió ayudar a los caballos salvajes. Desde entonces, el centro de protección medioambiental del Bureau of Land Management le envía especies indomables que se encuentran en libertad en este paraíso natural. En total, la reserva acoge cerca de 100 caballos salvajes que están en libertad, la crinera al viento, en un trueno de pezuñas. Los visitantes pueden ir al encuentro de los magníficos équidos a través de diferentes torres. Incluso puede dormir en una de las cabinas del parque. Una experiencia única.