CASA DEL JEQUE ISA BIN ALI

La antigua residencia real de Muharraq, construida a principios del siglo ^XIX, recibe a los numerosos visitantes que acuden a admirar uno de los mejores ejemplos de la arquitectura tradicional bahreiní. Esta inmensa casa fue la sede del poder bahreiní de 1869 a 1932. La importancia política del emir se refleja en la organización social que define su distribución: una parte estaba reservada a los sirvientes, otra a los invitados, una más amplia a la familia (numerosa) del emir y, por último, los aposentos reales, ocupados por el descendiente del conquistador Salman Al Jalifa. Su majlis (sala de recepción) se encuentra justo debajo del badgir, una torre accionada por el viento. Inventado en Persia, este sistema capta las corrientes de aire y drena el aire fresco hacia los pisos inferiores. Las mujeres solían dejar su ropa fuera para que se secara en el badgir, añadiendo así humedad al aire acondicionado. Una trampilla protegía del frío en invierno. Y aún hoy, de pie en el majlis real, las temperaturas son muy agradables. En el resto de la casa, la mayoría de las habitaciones están vacías, pero en media hora tendrás tiempo de pasear y admirar los delicados arcos, las antiguas puertas de madera, el patio interior y los tejados de palma. Cerca de allí, también se pueden ver la escuela y la mezquita construidas por la familia real.