DOMAINE DES ARBOUSIERS
Situado bajo la misma latitud que el Cap Corse, el dominio de los Arbousiers desciende tranquilamente del punto culminante de la isla (138 m) hasta el mar. De ello se desprende un amplio panel florística, bien característico de la vegetación insular mediterránea, compuesto de maquis altos, de maquis bajo, de césped, de una vilsse litoral y de un guante costero. El maquis alto se extiende sobre la mayor parte de la reserva. Compuesto de arbustazos, ruilos arbolados, filtros de hojas anchas, nervios, lentiscos y otros arríes, posee una interesante particularidad botánica: a lo largo de las edades, se ha venido sustituir la totalidad de los robles verdes, resultado del bosque mediterráneo, cayendo bajo las llamas de los incendios repetidos o bajo la hoja de los leñadores. La reserva natural voluntaria, fuerte de sus 20 ha, es un agradable lugar de paseo. Un sendero natural, acondicionado en parte en vías de salud, está rodeado de 14 estaciones temáticas. Desde lo alto del pueblo hasta el circo de la galera, descubrimos paso a paso y en función de los excelentes puntos de vista, la fauna y la flora salvaje, así como los vestigios de antiguas carboneras. Abre el ojo porque algunas de las especies que cruzarás son especialmente raras. Es el caso del pequeño gaillet, una planta de la familia de las rubiacadas que encontramos en el monte bajo y que es endémico de las islas doradas. En el guante costero, encontrarás también la romulada de Florent, pequeña planta bulbeña endémica de las islas del Levant, Port-Cros y Cap-Benat en la costa de los Maures; su floración fugaz en el mes de abril da bonitas flores viololetas oscuro al pistil amarillo vivo. Desde un punto de vista faunístico, la diversidad vegetal que presenta el sector de los arbuvos es una verdadera ventaja para las especies animales: aves, insectos, reptiles y otros anfibios han encontrado refugio. Destacan, en particular, el discoglosón sardo, rey discreto de la reserva, desafortunadamente amenazado de desaparecer: esta pequeña rana marbada con ojos dorados frecuenta los charlos de agua dulce y salobre a orillas del mar.