Guía de viaje Riba-Roja D'Ebre

Con más de 1.000 habitantes, Riba-roja vive al ritmo tranquilo del caudal del Ebro, en el territorio de la comarca de la Ribera d'Ebre. Aunque los íberos y los romanos se asentaron en la zona, fueron sobre todo los árabes quienes dejaron su huella en la ciudad con sus técnicas, desde el castillo, del que hoy sólo quedan los restos, hasta el centro histórico, el regadío y la agricultura. Fueron la población mayoritaria hasta el siglo XVI. Con la conquista de Ramón Berenguer IV en el siglo XII, la zona quedó bajo el control de los Hospitalarios. En el siglo XVIII se construyó la iglesia barroca dedicada a Sant Bartomeu, mientras que en el siglo XX se inició la construcción de la ciudad moderna. En 1936, la ciudad se vio sacudida por la guerra civil y fue conquistada por las tropas franquistas en 1938. Los habitantes vivían de la agricultura y la minería del carbón antes de la construcción de la presa de Riba-roja, que dio un nuevo impulso a la ciudad. Riba-roja es ahora un lugar privilegiado para las actividades fluviales (pesca, navegación, esquí acuático, kayak...). Si le gusta el senderismo, puede tomar el Camí de Sirga (GR-99), que comienza en Almatret y termina en Riumar. Las ermitas de Santa Magdalena de Berrús y Santa Madrona también se encuentran en las inmediaciones, ofreciendo hermosas vistas de los alrededores. Más información en la oficina de turismo (Plaça de la Vila, 1) y en www.riba-roja.cat. El puerto fluvial de la Pobla de Massaluca, con sus múltiples actividades, está a 30 km.