MONS OBSERVANS

Encaramado en la cima de la colina de en Roina, a 120 metros de altitud, el yacimiento de Mons Observans es un testimonio excepcional de la dominación romana en Cataluña en el siglo II a.C. Se puede llegar en coche y luego por un brevísimo paseo por un camino de tierra sombreado por pinos y perfumado por flores (el yacimiento está señalizado). Deje primero el coche en el aparcamiento situado frente a la central eléctrica y continúe a pie. En un punto, el camino se divide en dos, pero ambos caminos llevan a los restos arqueológicos (es un poco más largo el de la derecha, pero menos empinado). Después de unos minutos se llega a la cima de la colina de en Roina, donde se construyó este praesidium (campamento militar) romano. Su privilegiada situación permitía controlar los principales ejes de comunicación, especialmente la Vía Heraclea -más tarde conocida como Vía Augusta- que unía la Península Ibérica con el Col de Montgenèvre, situado en los Alpes franceses. Las habitaciones situadas bajo el patio son las mejor conservadas del lugar. Las diferentes zonas se indican mediante paneles explicativos (en catalán) ilustrados con reconstrucciones pictóricas.

Construido en torno a un atrio central, el papel del praesidium romano era de control estratégico, político y administrativo. En el lugar se han descubierto magníficos frescos pintados relacionados con el estilo pompeyano temprano. Decoraban las partes más nobles del praesidium, y actualmente se conservan en las colecciones del Museo de Montmeló.

Además, detrás de estas decoraciones típicamente romanas, los arqueólogos han observado el uso de técnicas de construcción ibéricas (la base de los muros se construyó sin cemento y luego se cubrió con tierra), lo que sugiere que los trabajadores ibéricos construyeron el campamento bajo la dirección de arquitectos romanos.

Cabe destacar los talleres arqueológicos para niños y sus familias y el punto de información desde el que parten las visitas guiadas.