MOSCA

En Qatar hay pocos monumentos antiguos, así que aproveche una visita al desierto para detenerse en Simaisma y visitar una mezquita relativamente antigua para el país. Construida en el siglo ^XIX en esta ciudad antaño poblada por pescadores de perlas, esta pequeña mezquita albergó hasta 1938 una madrasa (escuela coránica) para niños, que ahora es la residencia del almuédano. Los gruesos muros de la mezquita, que mantienen fresco el interior, se construyeron mediante una antigua técnica de superposición de rocas de coral y piedra caliza. El tejado se cubrió con una capa de barro comprimido para proteger la mezquita del sol.

Arquitectura. El iwan (pórtico), con nueve arcos cuadrados, domina el patio. En la entrada, el mehrab apunta al este, hacia la Kaaba, la piedra sagrada de La Meca. Consta de dos arcos, uno de los cuales alberga un minbar (podio). Junto a la antigua madrasa están las escaleras que conducen al alminar. Su parte superior tiene forma de khodha, un casco tradicional árabe, algunos de cuyos ejemplares pueden verse expuestos en el Museo Sheikh Faisal bin Qassim Al-Thaniya de Al-Shahaniya.

Visitas. Los visitantes no musulmanes pueden entrar en esta antigua mezquita, siempre que realicen las abluciones rituales conocidas como wudu, en señal de respeto. Éstas se realizan en la mothawaddah, situada en la esquina sureste del patio. Por supuesto, se aconseja a los visitantes que no entren en la mezquita ni tomen fotografías durante la oración.