Museo que alberga obras de algunos de los grandes nombres de la Escuela de París, como Vlaminck, Dufy y Utrillo.
Situado en la confluencia de los ríos Loira y Nohain, el museo presenta dos colecciones distintas: testimonios de numerosas actividades humanas vinculadas a uno de los mayores ríos de Europa, y una colección de pinturas modernas. El antiguo convento de los agustinos de la ciudad y su adyacente caseta de vigilancia son el escenario de estas colecciones. Evocada a través de pinturas de paisajes de principios del siglo XX, loza y objetos cotidianos, el Loira se presenta en su aspecto etnográfico. El visitante se sumerge en el corazón de los oficios del pasado. Marineros, lavanderas, transportistas y sacadores de arena son evocados a través de sus herramientas cotidianas, fotografías y pinturas, recordando la importancia del Loira en siglos pasados. Numerosas piezas de loza ilustran la importancia de esta producción en la zona y su vínculo con la pesca y la navegación. San Nicolás, patrón de los barqueros, o Ver-Vert, el famoso loro de Nevers imaginado por el jesuita Gresset, tienen su lugar en las vitrinas del museo. Hermosas maquetas de los distintos barcos del Loira, visibles desde el exterior gracias a un pasillo de cristal, ponen de relieve la navegación fluvial por el Loira. La colección de pintura moderna, que procede del legado de Emile Loiseau y se ha enriquecido con compras periódicas, incluye obras de algunos de los grandes nombres de la Escuela de París (1910-1925), como Vlaminck, Dufy y Utrillo. Los niños pueden visitar el museo de forma lúdica, con un juego de cuadernos y las explicaciones del loro Ver-Vert.