BRASSERIE RUBENS
leer másImposible de faltar el Rubens, este gran restaurante, fábrica de cerveza, tea room, a la terraza imponente (180 lugares) y a la fachada majestuosa. Aquí, cada uno encontrará su felicidad. Tanto justo para beber un vidrio y comer un barquillo la tarde, o para apreciar una comida completa, será bienvenido. Parrilladas, pescados, croquetas a los camarones y moldes en temporada, una cocina francesa de buen nivel. No dudan en probar la especialidad de la casa: la costa al hueso asada sobre piedra de lava, salsa bearnesa, con una bonita vista lograda sobre el mar.
KLEIN AMSTERDAM
leer másEste restaurante frente al mar, con terraza frente al océano, ofrece una cocina contemporánea y flexitariana. Es decir, modera las cantidades de carne y pescado en favor de la máxima calidad (ecológica a ser posible) y frescura, y equilibra sus platos con un festival de verduras, semillas e ingredientes sanos y sobrealimentados. El conjunto es sabroso, ligero y fácil de comer. El atún, recién hecho a la plancha, y el pescado del día, cocinado a la perfección, son sin duda sus puntos fuertes.
SEL GRIS
leer másFrederik Deceunick ha seguido una trayectoria profesional intachable, desde su aprendizaje en establecimientos prestigiosos como Georges Blanc y Château de Germiny (cerca de Arbois) hasta la apertura de este encantador restaurante. En un marco sobrio y depurado, el chef propone una cocina contemporánea inspirada en las estaciones. Una bodega ofrece más de 300 referencias. También puede cenar en la table d'hôtes con vistas a la cocina (6 u 8 personas). Añada a esto una hermosa vista del mar, y tendrá un lugar al que llamar suyo.
ALEXANDRA
leer másCuando uno entra en este restaurante de decoración oscura y contemporánea y tonos negros, espera encontrar platos sofisticados. Y eso es exactamente lo que encontrará en este restaurante contemporáneo, que hace un trabajo maravilloso cocinando pescados y mariscos, así como carpacci de carne. Como entrante, pruebe las vieiras con achicoria estofada y pata negra, o el carpaccio de ternera con rúcula y parmesano, seguido de un filete de lubina a la plancha con espárragos estofados. Salivará y tendrá más apetito que una barracuda, eso seguro.