Los mejores bares y cafés Amberes

Junto a la catedral, esta taberna-restaurante se encuentra en unas auténticas bodegas del siglo XV. La música clásica suena de fondo mientras te sientas alrededor de las grandes y acogedoras mesas o en los rincones. ¡Un salto de varios siglos atrás en el tiempo! Se puede ir a tomar una copa (la carta tiene 25 cervezas de barril, más de 100 botellas y buenos vinos), o a comer o cenar. Ya sean tapas para compartir o platos tradicionales flamencos modernizados, como el conejo con ciruelas pasas en tocino con cerveza trapense Westmalle Dubbel.

Nacida de un plan de crowdfunding, la empresa instaló sus cubas en 2017 en el barrio de Het Eilandje, la parte más antigua del puerto. ABC se enorgullece de ser la única fábrica de cerveza independiente de Amberes. Respetuosa con el medio ambiente, se centra en todas las posibilidades de reutilización y utiliza electricidad 100 % verde. Elabora Seef, una cerveza rubia turbia cuyos orígenes se remontan al siglo ^XVI. Venga a degustarla in situ, en medio de las cubas. También se puede comer allí

Es muy agradable ver los partidos de fútbol y saborear una buena Guiness marrón en este típico pub irlandés. Por si fuera poco, hay música en directo todos los viernes y sábados por la noche (versiones de un grupo local...). Todos los eventos deportivos se proyectan en las 12 pantallas y son vistos por un gran número de asiduos. El pub ofrece 9 tipos de cerveza de barril y más de 50 whiskys. Ideal para degustar buenas cervezas artesanales belgas e irlandesas y no se olvide de probar los deliciosos platos irlandeses, incluido el fabuloso Irish Breakfast

Un pequeño café marrón al borde de los muelles, muy apreciado tanto por los lugareños como por los empleados, perfecto para mezclarse con la gente de Amberes. Por la mañana se puede desayunar con cruasanes, mientras que a última hora de la tarde se puede disfrutar de una taza de café o té en un ambiente íntimo. Por la noche, todo gira en torno a la cerveza, con las mejores maltas de la región. También hay una terraza en verano y un techo acristalado si el tiempo se pone feo, así como una pista de petanca para alargar las tardes con los amigos cuando sale el sol.

Situado en la Grand-Place, este famoso bruincafé es cualquier cosa menos un lugar turístico Con su ambiente, los anuncios de marcas de cerveza en las paredes, la vieja estufa, los bancos de madera y los numerosos clientes habituales de todas las edades alineados en el mostrador, es difícil encontrar algo más típico. Una zambullida en el corazón de la auténtica Amberes, uno de los establecimientos más conocidos de la Metrópoli, quizá el más antiguo ⁽ siglo XIV) y veinte cervezas en la carta. Sólo veinte... ¡pero eso no es todo!

Bienvenido al paraíso de los amantes de la cerveza Más de setecientas cervezas le esperan en este establecimiento, que lleva funcionando desde 1979. Algunas son sencillamente imposibles de encontrar en otro sitio, y algunas botellas tienen más de treinta años... Los más atrevidos, o los verdaderos aficionados, se atreverán a probar la famosa EKU 28, también conocida como Kulminator 28, una de las cervezas más fuertes del mundo (28°), a la que este local debe su nombre. Durante mucho tiempo, fue la única cervecería belga que importaba esta fuerte bebida... Toda una institución.

A tiro de piedra del Museo de Bellas Artes, este agradable lugar para visitar de día y de noche es muy popular entre los habitantes de Amberes. Debe su nombre al pintor estadounidense Edward Hopper, que solía dibujar ambientes como éste. La clientela es joven, un poco arty, muy hype, y hay conciertos regulares de jazz todos los domingos y lunes por la noche. El café abre su terraza en cuanto el tiempo lo permite, sobre el adoquinado peatonal y bajo un gran árbol sombreado; el marco es perfecto para hojear un periódico.

Es cierto que Bélgica no es un país donde el sol brille a menudo. Y su especialidad es la cerveza, por supuesto Pero en estas regiones se producen algunos vinos belgas. Todavía en pañales, algunos pequeños productores empiezan a hacerse un nombre. En este bar con grandes y acogedoras bandejas de madera, podrá disfrutar de una copa generosamente rellena con un vino de origen belga, desde el más encantador hasta el más atrevido. El bar también vende botellas para llevar: ¡una estupenda idea de regalo que supone un cambio con respecto al chocolate!

Este Zomerbar es uno de los proyectos del colectivo artístico TimeCircus. Situado junto a los muelles del viejo puerto, en las antiguas instalaciones de Red Star Lines, el Bar Paniek es mucho más que un local de ocio. Con sus muebles recuperados y su ambiente un poco desordenado, que combina bien con el hangar, es un lugar en el que uno se siente realmente a gusto, a lo que contribuyen la buena selección de cervezas de cervecerías independientes y las vistas sobre el agua Como parte del colectivo artístico, aquí se celebran exposiciones, mercados ecológicos y mercadillos. También paran aquí foodtrucks.

Este bar ofrece una rica carta de 90 tipos de cerveza, en un entorno decorado, por supuesto, con objetos que evocan... la cerveza. Decenas de jarras diferentes cuelgan del techo, cuya mera visión provoca la sed. El lugar es muy popular entre los estudiantes de la universidad vecina y sus profesores... El patio exterior también es un lugar ideal para disfrutar de una espuma fresca alrededor de una mesa de convivencia. Mención especial para la Black Tripel Malheur, pero también para la Tripel Karmeliet y la Chimay Triple de barril.

Este bar-brasserie está decorado con numerosos objetos de cervecería. El ambiente kitsch hará las delicias de los amantes de las auténticas "troquets", con un suelo de mármol a cuadros y una barra con revestimientos de madera antigua. La pequeña terraza exterior también es una buena opción cuando hace buen tiempo y, sobre todo, los días de mercado, cuando el ambiente de la calle es muy animado. La carta incluye unas cuarenta cervezas, entre ellas la Arsenaaltje, elaborada especialmente por la fábrica De Koninck. Todos los meses se ofrecen sugerencias de cervezas. Tú eliges

Una acogedora cafetería (cerca del mercado los domingos) donde disfrutar de una sopa, un bocadillo (elaborado con ingredientes de calidad) o una tarta dulce con el café de la tarde. También se ofrecen buenos cafés, batidos y cócteles. El ambiente es joven y relajado, y la decoración, vintage. Bancos con acogedores cojines en algunos rincones, mucha luz por todas partes. Agradable terraza cuando hace buen tiempo, con un ambiente tranquilo y relajado. Brunch popular los fines de semana.

Como si de una cafetería neoyorquina se tratara, este moderno bar de café espresso ofrece una gama de cafés cuidadosamente seleccionados procedentes de todo el mundo (Etiopía, Costa Rica, Brasil, Colombia...). La joven y apasionada pareja que regenta el local decidió trabajar con un tostador artesanal cercano para tostar los granos de café seleccionados. Situado justo detrás de la Grand Place, es un placer tomarse un respiro aquí. También bocadillos con panes artesanos, tartas caseras y desayunos.

Un micro-bar como un pedacito de Argentina, con el mismo buen humor latino y una fachada bonita y colorida. El interior es diminuto: unos taburetes, una estantería con productos importados, sobre todo mate. Te apretujas junto a tus vecinos para compartir unas empanadas y cervezas Quilmes, que por la noche fluyen libremente, al igual que los cócteles. Es una buena manera de estrechar lazos. Pero es en verano cuando el bar cobra vida, la terraza se extiende sobre la acera y el sonido exterior transforma la calle en una improvisada fiesta al aire libre.

Ya son unos cuantos años para este "lugar de la cerveza" que, como su nombre indica, está dedicado a la cerveza. Con 333 cervezas embotelladas y 33 de barril, Bier Central es uno de los mejores del país. Es difícil elegir, ¡y puede que tenga que hacer varias rondas! Pero además de 366 cervezas (una para cada día del año), ofrecen platos típicos de la cocina belga, como mejillones con patatas fritas servidos con una cerveza local, carbonnade a la flamenca con cerveza, croquetas caseras de gambas..

En unos antiguos almacenes, a pocos minutos a pie del MAS, encontrarás un oasis junto al agua, el Sommar, uno de los muchos zomerbars de Amberes y uno de los que más éxito ha tenido con su toque chic. El espacio es enorme, con vistas al Escalda y a las grúas de las antiguas instalaciones portuarias. A un lado está el restaurante (diferentes restauradores entran y salen durante el verano) y al otro un animado megabar. Puedes relajarte en un sofá o una tumbona y brindar por la puesta de sol, luego bailar hasta la hora de cierre... y seguir en otro sitio.

Un largo mostrador, una iluminación tenue, estanterías repletas de licores y otros brebajes, y una zona trasera con profundos sofás: así es Dogma, un bar de cócteles situado en el centro de la ciudad. El local tiene algo de bar clandestino, pero no se esconde. Las creaciones del bar, dirigido por el galardonado mixólogo Didier Van den Broeck, cambian cada temporada, pero son sorprendentes (como el Aix-en-Provence con... queso de cabra). Déjese guiar por el personal o por la descripción (afrutado, tiki, largo...) y ¡disfrute!

Este bar multicultural siempre está animado con música soul, groove y afro. Se celebran conciertos con regularidad, y el local está muy concurrido y es bastante moderno, divertido y cool. Algunas noches están dedicadas a DJ sets de neo-soul, r'n'b, hip-hop, funk y house, mientras que otras se dedican a los ritmos africanos del momento (rumba congoleña, kizomba, bongo flava, coupé-décalé...), ¡para bailar toda la noche! Y no es raro que la fiesta se prolongue hasta el amanecer. También se ofrecen excelentes cócteles.