LES FRESQUES DE HUASHAN

Encaramados en un escarpado acantilado que domina el río, los frescos de Huashan se cuentan entre las pinturas rupestres más impresionantes de China. Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se extienden a lo largo de 170 metros y alcanzan en ocasiones los 40 metros de altura, lo que los convierte en uno de los mayores conjuntos de pinturas rupestres de Asia. Con más de 2.000 años de antigüedad, estas 1.300 pinturas se atribuyen al pueblo Luoyue, antepasado de los Zhuang. Representan principalmente figuras humanas en movimiento, a menudo bailando, remando o realizando rituales de guerra, pero también animales y símbolos misteriosos. En particular, hay formas antropomorfas con los brazos levantados, probablemente vinculadas a ceremonias chamánicas o cultos ancestrales. Sólo se puede llegar al yacimiento en barco desde la ciudad de Ningming (aprox. 1h30).

La leyenda. La fecha exacta de estas pinturas sigue siendo un misterio para los historiadores, pero una antigua leyenda zhuang intenta explicar su aparición en el acantilado. Según la historia, un joven zhuang, rebelde contra el rey de la época, dibujó soldados y caballos en hojas de papel, con la esperanza de que, tras 100 días encerrados en un cofre, cobraran vida y formaran un ejército. Pero la víspera del centésimo día, su madre, curiosa, abrió el cofre. Los dibujos salieron volando y se congelaron en el acantilado, dando origen a los frescos. Aunque esta leyenda sitúa la creación de las pinturas en torno a los siglos ^VIII-V a.C., las investigaciones arqueológicas sugieren que los frescos datan en realidad del siglo^V a.C. al ^II d.C.

¿Cómo se pintaron los frescos? Las paredes calizas de la montaña son de difícil acceso. Escalarlas es peligroso, por no decir casi imposible. Por ello, los historiadores se preguntan cómo pudieron los artistas de la época pintar sobre la roca. Hay varias teorías que compiten entre sí. Algunos piensan que los hombres de la época diseñaron un andamiaje de bambú (un material muy resistente) para poder acceder a las partes más difíciles. Otros piensan que el nivel del agua debió variar más. Así, según los niveles de inundación y los periodos de sequía, ciertas partes eran más accesibles. Algunos historiadores creen también que los pintores utilizaron pequeños tablones de madera fijados al muro. Estos pequeños tablones habrían creado una especie de escalera que habría facilitado el acceso a las zonas menos accesibles.