Gastronomía especialidades locales y vinos Isla Bts Orleans

Primera sidrería establecida en la isla de Orleans, la Cidrerie Verger Bilodeau ofrece degustaciones de sus propios productos, así como la posibilidad de recogerlos desde finales de agosto hasta mediados de octubre. Entre las especialidades gourmet de la tienda: mantequilla de manzana, jalea de sidra helada (¡una delicia con el queso!), zumo de manzana, jarabe de manzana, jarabe de arce, mantequilla de arce, terrina de foie gras de pato con manzanas, mosto de manzana espumoso, sidra espumosa, mistela de frambuesa y sidra helada. Otro punto de venta en el Grand Marché de Québec.

Ubicado en el antiguo presbiterio de Saint-Jean, que también albergó La Boulange hasta 2021, La Midinette es el vástago de las hermanas Monna (de Cassis Monna & Filles), que han conservado el carácter histórico del local añadiéndole un toque más excéntrico. La Midinette se hace cargo de la parte de pastelería del negocio, añadiendo un bar de refrescos en el comedor o en la terraza. La Midinette es también una tienda de vinos, que ofrece una fina selección de vinos de importación privada. Es un lugar ideal para darse un capricho en la isla

Este viñedo familiar produce varios vinos de calidad, como el espumoso Brut Nature, el vino fortificado Insula (mosto de uva mutado con whisky y envejecido en barricas de roble americano entre 3 y 10 años), el blanco Réserve du Bout de l'île (envejecido sobre lías en barricas de roble durante 8 meses) y el rosado Saison Terrasse. El viñedo también produce sidra, y en los últimos años la familia se ha lanzado a la destilación, produciendo un aguardiente similar a la grappa italiana. Un pequeño extra: un restaurante que sirve auténticas pizzas napolitanas.

Ubicada en una residencia de más de 200 años de antigüedad, esta boutique seguro que le encantará con sus fragancias de chocolate. Las materias primas de calidad proceden de Bélgica, y la chocolatería las transforma en excelentes productos que se distribuyen a los comercios locales o se venden en el propio establecimiento. Las trufas son imprescindibles (probamos todos los sabores) y los sorbetes y helados artesanales también merecen una visita. Una visita obligada para los amantes de la gastronomía