IGLESIA DE LOS VIEJOS CREYENTES DE RAJA
En el centro del pueblo, una pequeña capilla de madera se alza con orgullo. Al lado, un edificio un poco mayor alberga tesoros insospechados. En efecto, aquí se conservan todo el pasado y objetos litúgicos vinculados a los Antiguos Creyentes. Esta religión casi desaparecida subsiste gracias a algunos practicantes que mantienen el lugar. A veces se organizan servicios, pero todo en los lugares anuncia la tardanza de una época gloriosa. La región también es famosa por sus cebollas al gusto muy fuerte y único y por sus patatas. Los campesinos, en verano, se instalan en el borde de la carretera para vender esos productos derivados de sus cosechas. Si alguna vez pasas allí durante la temporada, pensarás en comprarles algo, ya que el nivel de vida está entre el más bajo de Estonia, y será un estímulo para estos trabajadores.