CASTILLO DE MIRAMAR

Este magnífico castillo, ubicado a unos diez kilómetros de Trieste, es uno de los emblemas de la ciudad. Marca el paisaje marino desde lo alto de su vertiginoso promontorio con vistas al mar. El edificio, situado en un parque de 22 hectáreas, fue construido en 1852 como residencia del hermano del emperador Francisco José, el archiduque Maximiliano de Habsburgo-Lorena. Fue él quien mandó su construcción y la estructuración del jardín italiano. El archiduque y Carlota de Bélgica, con quien se había casado en 1857, se instalaron en la planta baja en 1860. Pero la historia estaba en marcha… En 1863, el archiduque, que había aceptado la corona imperial de México de manos de Napoleón III, subió al trono como Maximiliano I de México. En 1864, encontró un país devastado por la guerra civil. Su expedición salió mal: Maximiliano, prisionero de los republicanos, fue fusilado en 1967. Su mujer se volvió loca y el castillo solo se abría en determinadas ocasiones. En 1945, fue ocupado por tropas neozelandesas, seguidas de las británicas y estadounidenses. En 1955, con la italianización de la región, el castillo y el parque fueron nacionalizados y abiertos al público.
Hoy en día, el esplendor de los interiores rivaliza con la magnificencia de los jardines, que se han convertido en una pequeña reserva botánica. Es una visita impresionante, que no debe perderse. Debe planear medio día para la visita o, mejor aún, un día entero contando con un pícnic o una merienda en el lugar o en un restaurante de pescado cercano.