HOTEL DE BEAUMONT
Mansión con patio principal, doble escalera de caracol y jardines formales, visitas a la luz de las velas en agosto
La historia de esta magnífica casa de pueblo comenzó en 1722. La ambición de Pierre Jallot de Beaumont combinada con el talento del arquitecto Rafaël de Lozon dieron al hotel sus primeras cartas de nobleza. Abandonado durante la Revolución, el hotel fue saqueado. A finales del siglo XIX, Sophie de Mesnildont vendió la propiedad. Unos años más tarde, el conde de Froidefond de Florian compró el hotel, dejándoselo a su sobrino Xavier de Florian. Ocupado por el ejército alemán y bombardeado después, el Hôtel de Beaumont siguió en pie tras la Segunda Guerra Mundial, pero la tarea fue ardua para los herederos: fuerza de voluntad y coraje fueron las piedras angulares del destino del Hôtel de Beaumont. Los turistas impresionados por el patio de honor deben tomarse su tiempo para esperar la visita: la doble escalera de caracol es un "pequeño Chambord", uno de los primeros elementos que verá, y quedará deslumbrado. Más adelante, el comedor revela el arte de vivir de antaño, el dormitorio infantil hace realidad los sueños de las princesitas, la biblioteca invita a leer una ilustre Barbey d'Aurevilly, y los jardines formales son preciosos y también se pueden visitar. En agosto, regálese una visita guiada a la luz de las velas, y la piedra de Valognes se revelará en todo su esplendor original. No lo dude: entre las numerosas mansiones privadas de Valognes (que se ha ganado el sobrenombre de "Versalles normando"), la mansión Beaumont es una de las más bellas. Una visita obligada.