PALACIO IOLANI

La visita al Palacio Iolani es esencial para entender la historia de Hawai. Entre el Capitolio del Estado de Hawái, al norte, y el Aliiolani Hale hay un hermoso parque donde se construyó el único Palacio Real de los Estados Unidos. Terminado en 1882, tardó tres años en construirse y costó unos modestos 350.000 dólares. Un detalle sorprendente: el palacio recibió electricidad cuatro años antes que la Casa Blanca. Tras su derrocamiento en 1893, la reina Liliuokalani fue puesta bajo arresto domiciliario durante 9 meses. Fue la última gobernante de Hawái. El edificio albergó entonces las oficinas del gobierno territorial y, a partir de 1959, del Estado de Hawai. Como se estaba deteriorando, las autoridades consideraron la posibilidad de arrasarlo, pero la población local se opuso. Tras 9 años de trabajos de restauración, se transformó en un museo. Se pueden visitar las 10 salas del palacio. Hay que dejar los zapatos en la entrada y ponerse zapatillas para no rayar los magníficos suelos de madera. Entre los elementos más destacados del palacio se encuentran los retratos de todos los monarcas hawaianos sobre la escalera central, un retrato del rey Luis Felipe I que atestigua la amistad entre los reinos de Francia y Hawái, y las numerosas baratijas traídas de Europa por el rey Kalakaua que demuestran su gusto por el lujo europeo.

La Royal Hawaiian Band actúa gratuitamente (casi) todos los viernes a mediodía en el quiosco del Iolani Palace Garden (rhb-music.com)