Guía de viaje Marfa

Con una población de apenas 2.000 habitantes, la fama de Marfa le supera. Está en la carretera entre El Paso, al oeste, y el Parque Nacional de Big Bend, al sureste, y como tal la atraviesan miles de visitantes cada año. Disfrutan del ambiente del Lejano Oeste de esta ciudad tranquila y bastante desierta, que en sus orígenes sirvió de abrevadero para los ferrocarriles y los ranchos de los alrededores. Un ambiente que le ha valido para acoger rodajes tan míticos como Gigante, la película de 1956 protagonizada por James Dean en su último papel, Elizabeth Taylor y Rock Hudson, o más recientemente No es país para viejos, de los hermanos Coen, y There Will Be Blood , con Daniel Day-Lewis. Paseando por sus callejuelas, uno no puede ignorar el lado rudo de esta ciudad del oeste. Pero son los turistas de Austin, Brooklyn y otros lugares los que la han hecho famosa internacionalmente. De hecho, Marfa se ha convertido en un destino mundial para los amantes del arte contemporáneo y los hipsters necesitados de un entorno rural. Toda una hazaña si se tiene en cuenta la lejanía cultural y artística que debió heredar este pueblo en las profundidades del desierto de Texas. Todo empezó en los años 70, cuando el artista minimalista Donald Judd, célebre entonces en Nueva York, decidió comprar una antigua base militar estadounidense para exponer allí su obra. Muchos artistas le siguieron a Marfa en un ambiente bohemio y arty que desentonaba un poco con la ciudad de origen. Judd creó una fundación de arte mundialmente conocida, le siguieron otras galerías, instalaciones de arte contemporáneo y toda la comunidad hipster de Estados Unidos. En la actualidad, Marfa ofrece las dos caras: la de una ciudad adormecida y rústica y la de un vibrante centro artístico y cultural. La mezcla de ambas da lugar a un cóctel bastante singular, a veces un poco inquietante en este remoto rincón de Texas donde parecen converger tantas personas poco tejanas.Para añadir más misterio a Marfa, a unos quince kilómetros al este de la ciudad, en la carretera 90, aparecen con regularidad extrañas luces. No deje de pasar por el mirador para ver si detecta alguna presencia alienígena, o simplemente para contemplar el cielo negro como el azabache.