LA MISIÓN ALAMO - FORT ALAMO
El lugar cuenta con pequeños jardines, un templo y un museo de piedra con muchos objetos relacionados con la famosa batalla.
Los visitantes de San Antonio no pueden dejar de visitar el sitio del Álamo, ya que forma parte integrante de la identidad tejana. Además de sus pequeños jardines, hay dos edificios principales que ver: el templo y el museo de piedra, que alberga numerosos objetos relacionados con la famosa batalla.
Cada año, más de 2,5 millones de visitantes acuden a este lugar en el que una pequeña banda de tejanos revolucionarios defendió valientemente la misión cristiana frente al ataque de las tropas mexicanas. Pero el 6 de marzo de 1836 no quedó ni un solo soldado tejano con vida. La historia registra que todos ellos perecieron tras 13 días de lucha. Desde entonces, este episodio de la historia del estado ha pasado a simbolizar el valor y el espíritu de sacrificio en defensa de la libertad. Tuvo una profunda repercusión en los movimientos independentistas que agitaban entonces esta región de Estados Unidos y reforzó las aspiraciones revolucionarias. Pocos días después, el 21 de abril, cuando el general Sam Houston se dirigió a sus hombres poco antes de enfrentarse a las mismas tropas mexicanas en la batalla de San Jacinto, supo motivar a sus soldados al grito de "Recordad El Álamo". El Álamo se llamó originalmente San Antonio de Valero. Hoy en día, el lugar sigue siendo uno de los monumentos más antiguos de Texas. Su construcción se remonta a abril de 1718, cuando, para apoyar sus planes expansionistas, la Corona española, respaldada por el Papado, decidió establecer una misión en esta parte de Norteamérica. El gobernador de la Texas española, Martín Alarcón, pronto mandó construir varias casas para formar una comunidad llamada San Antonio de Bexar. Al cabo de unos meses, las autoridades se dieron cuenta de que la misión estaba en la orilla equivocada del río y, por tanto, se inundaba con frecuencia. Se hizo un traslado. San Antonio de Valero cambió de orilla, pero fue destruida por un terrible huracán en 1724. Finalmente se reconstruyó al otro lado del río, frente a San Antonio de Bexar, donde se encuentra en la actualidad.
En los años siguientes se amplió. Se construyó un gran edificio de piedra de dos plantas como residencia para los sacerdotes. Desde él se divisaba un verdadero pueblo autosuficiente. En el lugar vivían más de 300 indios convertidos. Todos los residentes, sacerdotes y civiles, pasaban largas horas cuidando del ganado y cultivando hortalizas. Curiosamente, la iglesia nunca llegó a terminarse, como muestran los planos originales. Más tarde, la misión se amplió aún más y los edificios se construyeron con materiales cada vez más resistentes. Los muros protegían las casas de los indios conversos, considerados traidores por algunas tribus de fuera. Poco a poco, la misión militarizó sus defensas. A finales del siglo XVIII, adquirió varios cañones para responder a posibles ataques. Mientras tanto, sin embargo, había perdido a sus hombres. Los casi 2.000 nativos que vivían allí a finales de la década de 1780 tuvieron que marcharse tras una reforma agraria que ya no permitía a la misión poseer tantas cabezas de ganado. Perdió toda su influencia sobre la región y fue abandonada poco a poco.
Lo que quedó fueron las murallas, tomadas por el ejército local en 1806 y utilizadas como prisión. Allí fueron encerrados los más acérrimos opositores a la independencia. San Antonio de Valero se convirtió en El Álamo. El ejército también lo utilizó como centro sanitario. En 1821, una vez establecida la independencia mexicana, El Álamo dejó de ser español. Se convirtió en Fuerte Álamo, con nuevas instalaciones militares. Permaneció en manos mexicanas hasta 1835, cuando fue tomado por los independentistas tejanos. Sin embargo, su control duró poco, ya que las tropas mexicanas los aplastaron en marzo de 1836.
Esta visita imprescindible es muy entretenida, con soldados vestidos de época en la entrada. Luego hay mesas al aire libre con historiadores que le contarán cómo era la vida a principios del siglo XIX. Un centro de exposiciones, las Colecciones de la Familia Ralston, presenta mapas y artefactos que recorren la historia de El Álamo. En el exterior también se exponen armas de la misma época. Completa tu visita en la tienda de regalos, donde encontrarás un surtido de sombreros de vaquero, camisetas, libros de historia, botellas de agua y todo tipo de bonitos recuerdos para llevarte de tu viaje.
En los últimos años, ha habido varios debates en torno al "mito" de la Batalla de El Álamo. Tenga cuidado de no mencionarlo delante de su guía, que podría discrepar. Algunos historiadores afirman que la historia de El Álamo se ha idealizado durante 200 años para embellecer el heroísmo de sus soldados y la historia de Texas y Estados Unidos. En su opinión, es hora de revisar la realidad. Se dice que William Travis nunca trazó una línea en la arena (se trata de un cuento inventado por un historiador aficionado a finales del siglo XIX ). No hay pruebas de que Davy Crockett luchara nunca, como hizo John Wayne en su película de 1960 El Álamo, una gran película pero fuente de desinformación. De hecho, hay muchos relatos de soldados mexicanos que afirman que Crockett se rindió a los mexicanos y fue ejecutado. Averígüelo usted mismo y forme su propia opinión.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Reserve las mejores actividades con Get Your Guide
Opiniones de los miembros sobre LA MISIÓN ALAMO - FORT ALAMO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.

