Gastronomía especialidades locales y vinos Quito

Si eres un amante del chocolate y el cacao, Cacao & Cacao es una pequeña tienda familiar ideal para alejarte de las cadenas que abundan en el país, a menudo ofreciendo productos industriales en lugar de artesanales. En Cacao & cacao encontrará no sólo una amplia selección de bombones y bebidas de chocolate, sino también una gama de productos relacionados para demostrar su pasión por este grano excepcional, cuya cuna es Ecuador. Todo está hecho a mano y es local. También hay una gran variedad de cafés artesanales locales. Una parada ineludible.

Al norte de Mariscal, el mercado Santa Clara es uno de los más frecuentados por los autóctonos por sus productos frescos, su carne, sus flores y sus tonetas. De este modo podrás enfatizar en los puestos a la búsqueda de frutas y zumos exóticos, de hierbas secas, de comida para un picnic, de cestas tejidas… Se puede comer a cualquier hora del día, en un ambiente agradable y por una suma módica. Allí se encuentran los estudiantes de la Universidad Central vecina. Este tranquilo barrio auténtico merece el desplazamiento.

Un lugar muy frecuentado por los jóvenes Quiteños. La carta es larga: crepes, pitas, ensaladas muy copiosas y excelentes bebidas, helados… La terraza es agradable y climatizada por la noche. Cabe destacar: los demás establecimientos del centro de la ciudad. ¡Para todos los golosos!

Una nueva pepita de oro en Quito para los amantes de una buena baguette, croissants crujientes y otras delicias francesas. Gregory, panadero originario de La Rochelle, y su esposa ecuatoriana Cecilia le dan la bienvenida a su pequeña y acogedora tienda, donde ofrecen todo lo que un francés nostálgico podría soñar durante una estancia en el extranjero. Incluso tienen Ricard y vino francés para acompañar los platos de aperitivo que sirven cada día, con buenos productos locales y de importación.

No se viene aquí por casualidad, porque la calle no es un eje habitual de paseos, se viene por el pan y sobre todo, ¡el mejor croissant que probamos en Ecuador! Pensamos que estábamos en un bar parisino porque la pastelería parecía de otro mundo. El panadero estudió con los más grandes maestros panaderos, incluso fue a Nueva York para aprender a hacer croissants de un panadero francés. Hay unas cuantas mesas en las que puede sentarse a tomar un café con un pastelito mientras se prepara para el resto del día.