Guía de viaje Búzios

Originalmente un pequeño puerto pesquero, Buzios se ha convertido en una estación balnearia de moda, famosa por sus románticos restaurantes y su animada vida nocturna. Algunos la consideran la Saint-Tropez brasileña. Esta comparación no carece de verdad histórica, ya que Búzios se hizo famosa en los años 60 cuando Brigitte Bardot, en la cima de su fama, pasó allí unas semanas de vacaciones con su entonces prometido brasileño. Para Lio y los amantes de Pampelone, la comparación no se queda ahí. Realmente se puede apreciar un parecido entre la península de Saint-Tropez y el emplazamiento de Búzios. Las piedras están quizás un poco menos cargadas de historia -aquí no hay calle Rompe-cul ni torre Sarrazine-, pero el paisaje es de una belleza impresionante.Con una península que se extiende a lo largo de 8 km, las veintitrés playas son todas muy diferentes. Las hay para todos los gustos: algunas tienen aguas agitadas y frescas, aptas para el surf, mientras que otras son tranquilas y cálidas, ideales para nadar.En verano y durante los feriados (fines de semana largos), la pequeña localidad (30.500 habitantes) se ve invadida por cariocas y turistas, muchos de ellos argentinos. La población de Buzios se multiplica por diez. Si le gustan las aglomeraciones y la masificación, los precios se disparan y el alojamiento escasea.Búzios es un lugar ideal para relajarse, disfrutar de deportes náuticos o de cenas a la luz de las velas en paisajes que recuerdan a la Provenza, con sus bahías onduladas.