PARQUE NACIONAL MANUEL ANTONIO

Este parque, que debe su nombre a un conquistador que fue enterrado aquí, es uno de los más visitados de Costa Rica, y con razón: el Parque Nacional Manuel Antonio, a pesar de ser uno de los más pequeños del país (menos de 20 ^km2), ofrece una rica biodiversidad que sin duda atraerá a los viajeros, la gran mayoría amantes de la naturaleza y la aventura Y no es su única baza, ya que el parque alberga suntuosas playas y un sinfín de actividades. En 2011, fue elegido uno de los doce parques más bellos del mundo por la revista Forbes. Los alrededores están limpios, pero está claro que la avalancha de visitantes durante la temporada alta no ayuda a mantener el lugar en condiciones óptimas. Afortunadamente, la maraña de vegetación defiende la integridad del bosque y los animales son lo bastante amistosos como para acercarse a ellos: sagúes, pájaros, lagartos, cangrejos de color rojo sangre y azul noche, arañas amarillas con telarañas que brillan al sol e iguanas que emergen de la espesura a última hora de la tarde y se escapan entre tus piernas. En algunos lugares se han construido carreteras de acceso a las playas y merenderos.

Nadar. Puede bañarse sin problemas, pero tenga cuidado con los mapaches y los monos (más glotones que golosos), que son muy listos y vendrán a servirse de su mochila; ¡todo el mundo ata sus pertenencias a los árboles en lo alto! Todas estas largas playas de arena clara también son perfectas para avistar los peces que abundan cerca de la costa. Todo lo que necesita es un par de aletas y un tubo, y estará listo para explorar.

Cómo llegar. Las entradas sólo se pueden comprar por Internet, a través de la página web del SINAC (www.sinac.go.cr). Tendrá que elegir una franja horaria para volver, pero si ha planeado hacer una visita guiada, puede quedarse unas horas más para explorar otros senderos por su cuenta y/o disfrutar de la playa y el baño.

Las ventajas de una visita guiada. El primer instinto sería prescindir de un guía, pero corre el riesgo de perderse todo. Por la sencilla razón de que los guías conocen el parque como la palma de su mano, saben dónde y cómo buscar a los animales, y están equipados con largos catalejos para ver más de cerca lo que el ojo humano apenas puede ver. Los guías conocen bien el terreno, y aunque a usted le resulte aburrido seguir a un grupo, saben proporcionarle información inestimable sobre la flora y la fauna de Manuel Antonio. Es libre de prolongar su paseo después de la visita guiada, y puede quedarse en el parque todo el día si lo desea. Sin embargo, tenga cuidado de no salirse nunca de los senderos, aunque sólo sea para hacer una foto. A veces, bajo el follaje, al borde mismo del sendero, pueden anidar serpientes peligrosas (experiencia con una víbora punta de lanza); el riesgo de ser mordido por una serpiente es raro, pero nunca nulo. Esta vigilancia es esencial en casi todos los parques y reservas de Costa Rica.

Aparcamiento. No hay aparcamiento oficial en el parque nacional, pero hay varios aparcamientos privados cerca de la entrada. Hay que pagar entre 4.000 y 5.000 colones al día. Cuidado con la gente que intenta venderle una plaza de aparcamiento y con las visitas guiadas demasiado caras cuando se acerque a la entrada del parque.

Sendero a la playa. El muy utilizado sendero paralelo, paralelo como su nombre indica al acceso en coche para minusválidos, lleva en unos veinte minutos a la famosa playa de Manuel Antonio, una de las favoritas de las familias. Si ve una multitud, significa que hay un animal. Suelen ser perezosos, si no mapaches. Se sabe que roban los bolsos de los turistas, al igual que los monos capuchinos, en busca de comida fácil. Por supuesto, es desaconsejable darles de comer y, en cualquier caso, está prohibido introducir comida en el parque (aunque se aceptan bebidas). Si lo hace, estará protegiéndolos y contribuyendo a su supervivencia en los años venideros. Piense en ello

Desde la playa de Manuel Antonio, varios senderos menos frecuentados conducen a distintas playas. La más cercana, al otro lado del sendero, es Playa Espadilla. Es una de las más agradables. Continuando por el sendero principal hacia la izquierda después de playa Manuel Antonio, se llega a una pequeña caleta rocosa y luego a Puerto Escondido (media hora), una brecha en el bosque secundario que bordea un pedazo de bosque primario, el último. No hay acceso a esta playa.

Visita completa. Una ruta en bucle de 8 km recorre toda la red peatonal, por el sendero que lleva a Playa Espadilla Sur, luego Punta Catedral (que estaba cerrada cuando la visitamos), Playa Gemelas, Puerto Escondido, Miradores - Punta Serrucho y Perezoso. El corto sendero de Los Congos es para los amantes de la escalada. El sendero de La Catarata, a 200 metros de la entrada del parque, conduce a una pequeña cascada (menos de 1 km, accesible para todos).
Para aprovechar al máximo todos estos senderos, pase todo el día en el parque; para un solo sendero y un baño, bastarán dos horas.