Los mejores restaurantes británicos Saint-Peter-Port

Situado en una tranquila callejuela de Saint-Peter-Port, esta dirección tan agradable ofrece espesos chocolates calientes, batidos 100% naturales para morirse, comida buena y no demasiado cara (fish'n chips, linguine de marisco, hamburguesa con carne de vacuno local y bacon, croque-madame...) para picar sobre la marcha a cualquier hora del día, y acoge a jóvenes y mayores por la noche en un ambiente lounge con una tentadora lista de cócteles. La acogida es siempre agradable.

Antes de la llegada de los bancos y sus servicios, todas las tiendas de Saint-Peter-Port debían de tener este aspecto: una zona de comida para llevar (una buena opción para darse un capricho mientras se pasea por el puerto en un día soleado), una zona para sentarse, con madera, teca y, por supuesto, un ambiente británico bastante barato. Sin embargo, éste es -con diferencia- el mejor & chips de la ciudad. Ni más ni menos. Y si te has hartado del eterno fish & chips, tienes a tu disposición otras opciones no menos ligeras: hamburguesas, nuggets, etc.

Si no sabe a dónde ir cuando le toca poner los pies debajo de la mesa, especialmente durante la temporada baja, esta es una dirección de oro. Aquí encontrará platos económicos y copiosos, siempre refinados, todo ello para disfrutar en un ambiente bastante elegante, sin ser recargado. En el menú, los inefables locales, acompañados o no, según la temporada, de la sopa del día. Por la noche, el menú de 3 platos es una excelente opción.

El Octopus es un restaurante muy apreciado en la capital de Guernesey, y no sólo por su excepcional ubicación con vistas al mar y a la playa de Havelet Bay. Aquí podrá darse un festín durante todo el día con buen marisco, por supuesto, pero también con finos cortes de carne, y buenos bocadillos bastante elaborados para comer a la carrera. Este lugar es una apuesta segura, con fantásticas vistas sobre las islas de Herm, Jethou y Sark. ¡Pruébelo también con un cóctel!

Pier 17, el restaurante de Seamus Duggan, es uno de los mejores de la capital. Situado en el muelle, cerca de los barcos, el restaurante se orienta casi naturalmente hacia las especialidades de pescado y marisco, pero la carta incluye también muchos platos de carne, siempre bien preparados. Las verduras frescas de temporada completan el menú. En el interior, la decoración es muy limpia, incluso bastante chic. En el exterior, hay dos terrazas muy agradables donde se puede disfrutar del buen tiempo.