SANTUARIO DE LOYOLA
Santuario que es uno de los ejemplos más singulares de construcción barroca en el mundo situado al pie del monte Izarraitz
Al pie del monte Izarraitz, con sus grises laderas rocosas, el santuario de Loyola se muestra imponente y sereno. Calcule dos horas de visita para conocer sus numerosos tesoros artísticos y seguir los pasos de la vida de san Ignacio, nacido en 1491 y fundador de la Compañía de Jesús.
Diseñada por el arquitecto italiano Carlo Fontana (discípulo de Bernini) en el siglo XVII, la basílica de Loyola es uno de los ejemplos de arquitectura barroca más singulares del mundo. La riqueza de los frescos en mármol y de los pórticos de piedra blanca tallada es impresionante, así como las cúpulas, estatuas, capillas y techos barrocos del edificio. El altar mayor, realizado alrededor de 1750 por Ignacio Íbero, es de estilo barroco churrigueresco. Admire el trabajo en mármol, especialmente el uso del proceso de intarsia. Esta técnica de origen italiano consiste en incrustar piedras de diversas formas y colores en un soporte de mármol que ha sido ahuecado para recibirlas. La basílica está coronada por una vasta cúpula que se eleva a una altura de 65 metros.
La casa donde nació san Ignacio, la Casa Santa, se encuentra en muy buen estado de conservación, ya que está protegida dentro del recinto del santuario. Presenta un cautivador diorama que recorre las principales etapas de la vida del santo.