ABBAYE DU MONT SAINT-MICHEL
Una antigua abadía benedictina, con un rico patrimonio arquitectónico, situada en la cima de la roca del Mont-Saint-Michel.
Es imposible no visitar este lugar emblemático. En la cima de la roca del Mont-Saint-Michel, la abadía alza la aguja de su iglesia abacial a más de 150 m sobre el nivel del mar, dominada por el arcángel San Miguel, verdadero símbolo del Monte. La abadía fue fundada a principios de la Edad Media, cuando el obispo Aubert recibió tres apariciones del arcángel. Con su incomparable riqueza arquitectónica, presenta un panorama completo de maravillas arquitectónicas de los siglos X al XV, con constructores que crearon edificios de estilo carolingio, románico, gótico y flamígero según las épocas. Incluye toda una serie de criptas y edificios excepcionales, que le serán presentados en un recorrido por una veintena de salas - descritas en esta guía: refectorio, iglesia, maravillas, escalera del abad, capellanía, sala de los guardias, sala de los caballeros, jardines, habitaciones de huéspedes, cripta de los grandes pilares. Tampoco hay que perderse el claustro, un verdadero marco verde entre cielo y mar desde donde se puede admirar la vista sobre la bahía. Tras importantes obras de restauración, el claustro, sus columnas y sus vidrieras han recuperado su antiguo esplendor. En julio y agosto, la abadía se engalana de luces para un paseo nocturno lejos de las multitudes. Hay varios tipos de visitas: conferencias, autoguiadas, guiadas, audioguiadas y temáticas. Si es posible, procure llegar pronto para evitar las aglomeraciones.
Opiniones de los miembros sobre ABBAYE DU MONT SAINT-MICHEL
Je suis contente de l'avoir fait une fois et je retournerais volontier le voir de l'extérieur mais je ne pense plus rentrer dedans
payé 14.90 euro pour le parking et la navette vous n'avez pas le choix +11 euro pour visiter l'abbaye alors que vous ne voyez que de grande pièce complètement vide et en redescendant une crêperie qui ne sert plus rien il fermez a 19h pas prêt d'y retournez je déconseille a part la vu de l'extérieur rien d'intéressant !
Flâner et visiter sans prise de tête.