MONUMENTO NACIONAL CHELLY CANYON

El cañón tiene la forma de una Y y en realidad está compuesto por dos cañones. Al norte, el Cañón del Muerto, de 50 km de largo, y al sur, el Cañón del Chelly, de 40 km de largo. Los acantilados tienen 12 m de altura en la entrada del sitio y más de 300 m de altura en Spider Rock. Algunos de los lugares más famosos son la Casa Blanca, las ruinas de Anasazi, situadas a 50 m sobre el nivel del suelo, y la Aguja de la Roca Araña, ambas en el Cañón de Chelly.

Son los propios navajos quienes muestran el Cañón del Chelly en sus vehículos todo terreno. La visita está marcada por paradas para contemplar los numerosos petroglifos dejados por los anasazis en las paredes del cañón. Lleva a los pueblos abandonados de los Anasazis, a veces comparables a verdaderos nidos de águila anidados en los cañones. La contemplación de estos antiguos pueblos conservados por el tiempo es fabulosa. Los pequeños caballos que encontrará, pastando entre los árboles del cañón, pertenecen a familias navajo. Frente a una de las antiguas aldeas anasazi, un joven navajo viene a veces a vender, por unos cuantos dólares, los pequeños motivos que pinta en las piedras. En verano, se instalan puestos de artesanía en algunos lugares. En invierno, el lecho del cañón está sumergido por la corriente de nieve derretida, que a veces lo hace intransitable (Chinle, el nombre de la ciudad cercana significa "agua corriente" en navajo). Después de visitar el cañón, vuelva a subir a su auto y siga la Ruta 64 (o la Ruta 7 hacia el sur) que recorre el lado este del cañón, las siguientes vistas merecen una visita.