CATEDRAL DE SAN SABINO - MUSEO DIOCESANO
Catedral construida en la primera mitad del siglo XI por el arzobispo Bisanzio.
Construida durante la primera mitad del siglo XI por el arzobispo Bisanzio en el emplazamiento de una iglesia bizantina anterior, la catedral fue destruida, al igual que la mayor parte de la ciudad, por el rey normando Guillermo el Malo, para castigar a los habitantes de Bari que no aceptaban su dominación. Reconstruida a finales del siglo XII, la catedral fue provista de añadidos barrocos en el siglo XVIII: los portales están adornados con tímpanos rotos y la cripta está cubierta de mármol policromado. En el interior de esta se encuentran las reliquias de san Sabino, obispo de Canosa en el siglo VI, y el icono de la virgen Odigitria, que, según la tradición, llegó a Bari en el siglo VIII (aunque parece haber sido realizado varios siglos después). Desde el exterior, la fachada recuerda a la basílica de San Nicolás, con su estructura tripartita y sus tres portales. Sin embargo, el aspecto sutil de la fachada y la presencia de un rosetón evocan la influencia del estilo gótico, que tendía a dar cierta ligereza a los edificios. El campanario de 70 m de altura domina el conjunto. En la zona arqueológica junto a la cripta, se pueden ver los mosaicos de una basílica paleocristiana del siglo V, los vestigios de la siguiente iglesia del siglo IX, tumbas de diferentes épocas y un tramo de una calzada romana. Junto a la catedral se encuentra el Museo Diocesano, que alberga, entre otras cosas, un pergamino ilustrado del siglo XI.