cerro DE MONSERRATE

Una visita obligada. El Cerro de Monserrate, cubierto de bosques, se eleva a una altura de 3.152 metros. Desde casi cualquier lugar, se puede ver su blanca y brillante basílica en la cima, 500 metros más arriba. Es fácil subir. Puede elegir entre un funicular de 1929 y un teleférico de 1955 para realizar un pintoresco viaje por la montaña, o puede dar un paseo por un camino de la cruz pavimentado con grandes piedras. Cuente con una buena hora para el ascenso, un poco menos para el descenso, pero tenga cuidado con las rodillas y lleve una gorra, crema solar y un mackintosh por si acaso. El camino de acceso está asegurado desde hace algunos años (ha habido asaltos en el pasado), pero no te alejes de él. Si le dan miedo las multitudes, evite subir los domingos y durante las fiestas católicas. El resto del tiempo está tranquilo. Sólo hay que vigilar el cielo: una excursión agradable puede convertirse rápidamente en un infierno de lluvia, viento y niebla. En la cima, hay un mirador excepcional sobre la ciudad y la Sabana de Bogotá. Puedes ver el tamaño gigantesco del área metropolitana (y sólo puedes ver una parte). La basílica de estilo neocolonial fue construida en 1925, sustituyendo a la capilla original (1650), dedicada a Santa María de la Cruz de Monserrate. Muchos colombianos vienen aquí a venerar la imagen del Cristo Caído y Azotado. Allí arriba le esperan los típicos puestos de comida, una cafetería, dos restaurantes (buenos pero caros), aseos y tiendas de artesanía.