FRAGMENTOS, ESPACIO DE ARTE Y MEMORIA

En 2017, tras los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC que pusieron fin a varios años de guerra de guerrillas, nació en Bogotá este lugar de memoria y reflexión sobre la guerra civil. Las motivaciones, el concepto y la finalidad de este singular monumento exigen respeto y humildad. En primer lugar, fue diseñado por una mujer, Doris Salcedo. Concebido como un "contramonumento", rompe con los códigos tradicionales de los lugares conmemorativos al centrarse no en una narración histórica factual, sino en las rupturas y traumas generados por el conflicto armado, aquí reconocidos y hechos visibles. Entre ellos, las violaciones de guerra, simbólicamente representadas y destacadas por la participación en la creación del sitio de más de veinte mujeres víctimas de violencia sexual durante la guerra civil. A escala humana, este espacio es conceptual y despejado, compuesto por una estructura metálica horizontal que forma varias salas, siguiendo las huellas de las ruinas de la casa sobre la que se asienta el contramonumento. El aspecto es inacabado y el interior vacío, una metáfora de la destrucción y el vacío que dejó la guerra. El suelo está hecho de material fundido de más de 13.000 armas que pertenecieron a las FARC. El exterior es un exuberante jardín. El conjunto es una obra de arte viva, elocuente, sensible y provocadora. Lugar de recuerdo, reflexión y creación, se organizan diversos actos. El sitio estará abierto durante 53 años, la duración del conflicto.