PARQUE UENO
La colina de Ueno daba a la bahía de Edo. Durante la era Tokugawa, el parque pertenecía a familias señoriales como los Tsugaru. El shōgun Iemitsu Tokugawa (1623-1651) pidió a un monje llamado Tenkai que construyera allí un monasterio budista, Kan'ei-ji. Situado al noreste de la ciudad, el templo estaba destinado a protegerla del mal. Fue incendiado durante la lucha entre los partidarios del emperador y los de los Tokugawa tras la Restauración Meiji. A partir de entonces, el parque pasó a ser público y se inauguró en 1873. Con una extensión de más de 125 hectáreas, es mucho más que una zona de ocio donde la gente viene a relajarse. Siempre hay muchos visitantes, ya sea para visitar santuarios y museos, ver los cerezos en flor o participar en un festival. Se dice que casi 10 millones de personas visitan el parque cada año. Es también uno de los centros culturales de la capital, sede de la Universidad de las Artes y la Música, el Museo Metropolitano de las Artes, la Academia de Bellas Artes y el Museo Nacional. Todos estos edificios fueron diseñados por prestigiosos arquitectos como Le Corbusier, Hitoshi Watanabe, Junzō Sakakura y Kunio Maekawa. Al llegar a la entrada sur del parque, por la estación de Keisei, se suben unos escalones anchos y suavemente inclinados para llegar a la estatua de bronce de Saigō Takamori (1827-1877). Representa al samurái del clan Satsuma y fue erigida por el escultor Kōun Takamura en 1892, en memoria de esta figura popular que luchó con las fuerzas imperiales, antes de tener un trágico final en 1877. Detrás de su estatua se encuentra la tumba de los Shōgitai, nombre colectivo de los samuráis que defendieron el shōgun contra las tropas imperiales en la colina de Ueno. El famoso zoo de Ueno, al oeste del parque, es el más antiguo de Japón. Los pandas son su atracción estrella. Hay que armarse de paciencia para verlos, pero el resto del parque de animales está un poco descolorido. Otro museo nostálgico, el museo Shitamachi, se encuentra cerca de la entrada sur. Shitamachi, o la ciudad baja, hace referencia a los antiguos barrios obreros donde se hacinaban comerciantes y artesanos. Reconstrucciones de casas del pasado, juegos infantiles, fotos de Tokio antes y después del terremoto de 1923... aquí hay suficiente para hacerse una idea del ambiente del viejo Tokio. Por último, el estanque Shinobazu se transforma en un campo de nenúfares a finales de verano. En primavera, la larga avenida del parque bordeada de cerezos se engalana de blanco y rosa. Una visita obligada
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Opiniones de los miembros sobre PARQUE UENO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Pour sortir un peu de l'agitation de la ville, c'est une promenade agréable.
C'est un lieu incontournable lorsque les cerisiers dont en fleurs.